
Por FRANCISCO VARGAS M.
Continuando con su ardua preparación que lleva a cabo, misma que nunca descuida, el joven matador de toros acalitano José Miguel Arellano; realizó labores de tienta en las ganaderías de Fernando Lomelí y Puerta Grande.
Durante su visita a la dehesa coahuilense de Fernando Lomelí, misma que se ubica en el rancho El Colorado, enclavado en el municipio de Saltillo, divisa color naranja y blanco; el espigado y fino matador de toros, lidió un novillo y probó una becerra, permitiéndole expresar su toreo de gran clase y profundidad. Concluida la tienta, se le hizo otra invitación para que José Miguel, regrese a esta dehesa el sábado 17 del presente mes, y pruebe la bravura de cuatro becerras.
Dos días posteriores, el joven espada aguascalentense estuvo en la ganadería jalisciense de Puerta Grande, con fecha de fundación en el año de 1948, que se encuentra el rancho La Biznaga, que se encuentra en el municipio de Encarnación de Díaz, divisa color negro, oro y tabaco, propiedad del licenciado Gerardo Salas Luján, quien examinó cuatro vacas, mismas que tuvieron calidad en sus embestidas, por lo que nuevamente José Miguel se recreó con capa como muleta, además de tener las oportunidad de pulir
aspectos técnicos; dehesa a la que por invitación del escrupuloso ganadero, volverá esta misma semana; para proseguir con su alistamiento.
Por lo pronto, su apoderado Omar García Mora, sigue comunicándose con diferentes empresarios, para firmarle fechas a José Miguel, quien sin duda tiene con que llegar para ocupar pronto un lugar importarte en las filas de los matadores de toros; y seguir confirmando el buen torero que es; como también que: “La grandeza del toreo es la bella creación del arte, en donde se pone en juego la existencia de la vida sobre la muerte”.