Por FRANCISCO VARGAS M.
En lo que fue la Undécima Corrida del Serial Taurino 2023, fue de esas tardes que se quedan tatuadas en la mente de los aficionados, por todo lo que se vivió en ella, en esta ocasión un valor espartano a toda prueba del joven queretano Diego San Román, quien cortó un total de cuatro orejas y un rabo, premios para salir en hombros; la maestría de Joselito quien salió a defender una vez más su sitio, cortó una oreja en el primero pero que cuando tenía ya sometido a su segundo fue prendido de fea manera volando por los aires por varios metros, cayendo de fea manera y conmocionado, por lo que fue llevado a la enfermería, saliendo únicamente de la misma para agradecer la ovación y escuchar el grito de torero, torero; y por otra parte el toreo de gran clase y depurado oficio de Emiliano de Justo, quien se llevó un apéndice de su segundo, pudiendo ser dos ya que la estocada valía el segundo premio.
Con tres cuartos de entrada en la Monumental, clima caluroso, realizado el paseíllo, se rindió un merecido
homenaje al maestro Ismael Rodríguez Negrete, por sus más de 35 años como director de la Banda Municipal, quien dio una emotiva vuelta al ruedo acompañado de su apreciable familia.
En esta ocasión se jugaron toros de San Miguel de Mimiahuápam, que cumplieron en varas, pero de comportamiento desigual. Primero, descastado; segundo, pitado por su presencia, devuelto a los corrales; segundo bis, soso con fuerza medida; tercero, con peligro y complicado; cuarto, noble, fijo pero con fuerza medida; quinto, violento; y sexto, corto y aplomado.
EMILIO DE JUSTO (Obispo y Oro)
Su primero fue “El Chivo”, lo lanceó flexionando la pierna de salida, bregando para fijarlo. Por bajo inició su interesante y meritoria faena muleteril, intercalando molinetes. Molestado por el viento y a pesar de ello, le puso disposición, sacando meritorios pases por el derecho, uno a uno al descastado burel, rematando con el de pecho. Lo apretó más sacando derechazos que calaron y por el izquierdo, el viento dificulta más, logrando ayudados con el simulado; siendo la parte final derechazos largos y ajustadas manoletinas. Pinchazo y tres cuartos de acero delantera y perpendicular, para ovación que agradeció en el tercio.
El cuarto fue “Campirano”, se abrió con capa a la verónica jugando los brazos de manera armoniosa cerrando con revolera recibiendo una diana. En banderilla estuvieron efectivos y lucidos Jorge Delijorge y Morenito de Arles, por lo que se desmonteraron. Por bajo comenzó su faena, siguiendo con un toreo de oficio sacando pases largos y templados con despaciosidad, a un toro que le costaba embestir. Por el izquierdo siguió con ese mismo toreo de calidad y por el derecho le arrancó prácticamente los pases acortando las distancias. Con enorme determinación se fue tras el acero colocado une perfecta estocada para ser premiado con una oreja, pudiendo ser dos sin problema alguno.
JOSELITO ADAME (Vino de Burdeos y Oro)
Con “Amorcito”, pitado por su presencia, abrevió con capa. Al crecer las protestas fue cambiado por el juez, por lo que fue devuelto a los corrales.
En su lugar salió el primer reserva de la misma dehesa titular de nombre “Muñequito”, lo recibió con vistosas y chicuelinas de tablas a los medios, cerrando de manera pinturera, quitando por lucidas caleserinas, cerrando soltando una punta del capote. Brindó a José Ángel ‘Paquin’ González Serna, para ante un toro soso construir una entendida faena en la que a base de tenerle paciencia y torear para el toro, logró pases por
demás meritorios con ambos lados a base de su gran esfuerzo y empeño, toreando en redondo con diestra rematando con molinetes ligados, sin faltar adornos como cambiados por la espalda y desdén, concluyendo de tres cuartos de estocada de efectos inmediatos para cortar una merecida oreja.
El quinto fue “Añorado”, cerrado en tablas lo recibió con una larga cambiada y verónicas sedeñas, rematando con media. Con chicuelinas lo llevó al caballo montado por Isabel Prado, quien ejecutó un estupendo puyazo, quitando por lucidas dos zapopinas y dos chicuelinas cerrando, soltando una punta del capote para diana. Por bajo fue la manera de iniciar su faena que al igual de su primero fue cerebral, con un toro violento al que le cuajó derechazos y muletazos de castigo rematados a pitón contrario. Por el izquierdo ante las embestidas bruscas y que sabía lo que dejaba atrás, logró naturales templados ayudados. Cuando tenía ya al toro entrego su engaño continuó por el derecho, apretando más al toro y cuando estaba Joselito totalmente entregado al dar otro derechazo fue prendido de fea manera, volando por los aires por más de tres metros sufriendo una conmoción y herida en la pantorrilla izquierda, siendo llevado a la enfermería. El encargado de pasaportarlo Emilio de Justo de pinchazo y estocada para palmas, saliendo enseguida Joselito de la enfermería para recibir fuerte ovación y el grito de torero, torero y regresar para ser atendido por el excelente Servicio Médico de Plaza.
DIEGO SAN ROMÁN (Sangre de Toro y Oro)
El tercero fue “Cobos”, al que, a pesar de ser molestado por el viento, trazó verónicas armoniosas, rematando con pinturería. En el centro del ruedo, comenzó su faena con un pase cambiado, siendo prendido en el segundo de ellos quedando todo en un susto. Pasado este logró series interesantes por el derecho, con pases que calaron en el tendido a un toro tardo que se colaba con peligro. Intentó dosantinas, sufriendo otro fuerte arropón. Con gran valor siguió metido entre los pitones arrancándole los pases ante un público espantado del enorme y valor de San Román, quien pasaportó al toro de estocada entera un poco contraria siendo premiado con las dos orejas.
Con el cierra plaza “Hierbabuena”, se abrió con verónicas y serie de lucidas chicuelinas, cerrando con revolera. Muleta en mano, con toro no fácil con raza y transmisión, estuvo con enorme valor, logrando pases que tuvieron calado. Metido entre los pitones acortó a milímetros la distancia sacando pases por demás estrujantes con un público espantado y entre las notas de la Pelea de Gallos, más pases a la mínima distancia, sin faltar los desplantes temerarios; concluyendo con luquesinas, rosándole los pitones sus piernas ante un
verdadero asombro de la gente. En la suerte suprema dejó una estocada efectiva, para recibir las dos orejas y el rabo, siendo protestado el mismo, por lo que le entregó a su cuadrilla, dando la vuelta triunfal al ruedo, saliendo al final en hombros.
