Por: Agencia Reforma
Ciudad de México.- Las diferencias entre grupos políticos al interior de Morena, producto de la competencia por la nominación presidencial, se trasladan a las fracciones parlamentarias de ese partido.
En una frase: las “corcholatas” partieron a las bancadas de Morena tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
En la Cámara alta, por ejemplo, sus 60 integrantes ya no pueden ponerse de acuerdo, como ha quedado de manifiesto con el caso de los nombramientos de los comisionados del INAI.
Aparentemente el grupo más numeroso lo tiene ahora la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, que en las últimas semanas le ha quitado adeptos al coordinador, Ricardo Monreal, rehabilitado como “corcholata” desde Palacio Nacional a principios de año.
Recientemente un grupo de 25 senadores se reunió con Sheinbaum en un hotel capitalino. El ala radical operó para hacer más grande el respaldo y llevar a quienes se sabía que estaban en la canasta de Monreal.
En la foto sobresalieron el presidente del Senado, Alejandro Armenta, que afanosamente busca la candidatura al Gobierno de Puebla; la extitular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; el michoacano Cristóbal Arias, aunque se dice que también está del lado de Monreal.
También figuraron César Cravioto, el portavoz de la bancada y suplente de Martí Batres, el número dos del Gobierno capitalino; la oaxaqueña Susana Harp, la campechana Rocío Abreu y la morelense Lucy Meza, aspirante a suceder a Cuauhtémoc Blanco en Morelos, así como la guanajuatense Antares Vázquez.
Ricardo Monreal tendría consigo a su operador chiapaneco, Eduardo Ramírez, y Elí César Cervantes, Claudia Balderas, Freyda Marybel Villegas, Arturo Bours, María Antonia Cárdenas, entre otros.
Con el canciller Marcelo Ebrard despunta la figura de Malú Mícher, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género que en tribuna ha dado la cara por el secretario; además de José Ramón Henríquez, José Narro, Bertha Caraveo y Griselda de la Mora.
Adán Augusto López, titular de Gobernación, tendría a la yucateca Verónica Camino, exdel Verde Ecologista; también se dice que jugaría con él la tabasqueña Mónica Fernández, aunque no se le conoce abierta simpatía por alguna de las “corcholatas”. A la maestra Ifigenia Hernández no se le conocen aún simpatías por alguna “corcholata”.
Y en San Lázaro
Las simpatías que han sumado las llamadas “corcholatas” entre los diputados de Morena, ha empezado a dividir al grupo parlamentario en tres bloques.
Aunque hace poco más de un año era más evidente el grupo de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, en los últimos meses se empezó a ver la fuerza del grupo de Marcelo Ebrard, así como el de Adán Augusto López.
Por su parte, el senador Ricardo Monreal carece de un grupo de apoyo visible en San Lázaro.
Muestra más reciente de cómo está fraccionada la bancada es el reparto de posiciones en la Comisión Permanente del Congreso que sesionará de mayo a agosto, donde cada “corcholata” puso a sus diputados.
Representando a Claudia Sheinbaum están Aleida Alavez y Tamara Girón, y entre los sustitutos Alejandro Robles, Celina Tánori, Cecilia Márquez y Laura Imelda Pérez.
Por Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, están como titulares Yeidckol Polevnsky y Hamlet Almaguer, y entre los sustitutos Hirepan Maya.
En tanto, los diputados del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, se puede ubicar a Sergio Gutiérrez Luna, Mario Llergo y Julieta Ramírez.
Si bien la bancada coordinada por Ignacio Mier ha mostrado más unidad que la del Senado para sacar adelante la agenda del Gobierno federal y otros temas, cuando no hay línea marcada desde Palacio Nacional, cada grupo opera conforme a los intereses de su respectiva “corcholata”.
Ello fue evidente con la reforma que promovió el coordinador Mier para quitar facultades al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en resolver sobre dirigencias y candidaturas de los partidos políticos, incluidas las acciones afirmativas a favor de grupos vulnerables.
Además, la reforma de Mier buscaba impedir que los magistrados intervinieran sobre decisiones del Congreso.
La propuesta fue pactada por el coordinador -identificado con Adán Augusto López- con los partidos de Va por México, pero los diputados cercanos a las otras “corcholatas” le tiraron la reforma.
En la bancada hay un número importante que aún no se manifiestan por alguna “corcholata”, pero la mayoría empieza a operar con un grupo para poder asegurar posiciones y candidaturas cuando surja el candidato presidencial.
