Por Grupo Zócalo
Ciudad de México.- Una mujer se sienta en el suelo junto a una minivan Chrysler Pacifica blanca. Está encajado contra un Chevrolet rojo. La ventana del lado del conductor parece haber sido perforada por una bala; los neumáticos están desinflados. Cerca, otros tres individuos yacen inmóviles en el camino.
Luego, hombres armados con chalecos protectores obligan a la mujer a subirse a la parte trasera de una camioneta blanca. Los otros tres son arrastrados al camión, dejando un rastro de lo que parece ser sangre en el suelo. Una quinta persona, aparentemente herida, yace en una acera.
El video y las fotografías verificadas por The Washington Post capturan una escena caótica en una intersección en la ciudad fronteriza de Matamoros, México, a solo tres cuadras de los Estados Unidos, donde funcionarios de ambos países dicen que cuatro ciudadanos estadounidenses fueron baleados y secuestrados el viernes.
Los cuatro seguían desaparecidos el lunes; el FBI ofreció una recompensa de $ 50,000 por su regreso seguro e información que conduzca al arresto de los responsables.
Los estadounidenses fueron atacados poco después de cruzar la frontera el viernes hacia la ciudad de Matamoros, frente a Brownsville, Texas, dijo el FBI en un comunicado el domingo. Los estadounidenses viajaban en una minivan blanca con placas de Carolina del Norte.
“Los cuatro estadounidenses fueron colocados en un vehículo y sacados de la escena por hombres armados”, dijo la oficina.
Los funcionarios no creen que las víctimas fueran atacadas antes del encuentro. No había evidencia de que estuvieran vinculados al crimen organizado en México, dijeron funcionarios estadounidenses; ninguno de los cuatro tiene antecedentes penales.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo que los estadounidenses habían “cruzado la frontera para comprar medicamentos en México” cuando quedaron atrapados en un fuego cruzado “entre grupos”. Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos en México, dijo que un “ciudadano mexicano inocente” fue asesinado.
Oliver Rich, el agente especial a cargo de la División de San Antonio del FBI, dijo que la oficina buscaba la ayuda del público para identificar a los secuestradores. El FBI no dio a conocer los nombres de las víctimas. La oficina está investigando el secuestro junto con las agencias policiales mexicanas.
La División de San Antonio se negó a proporcionar más detalles el lunes. El Departamento de Estado y la policía mexicana no respondieron a las solicitudes de más comentarios.
La Casa Blanca dijo que el presidente Biden había sido informado y que estaba “siguiendo de cerca el asalto y el secuestro” de los estadounidenses.
“Este tipo de ataques son inaceptables”, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, en una rueda de prensa. “Estamos listos para brindar toda la asistencia consular apropiada”. Ella dijo que las fuerzas del orden público de EE. UU. y los departamentos de Seguridad Nacional y del Estado “continuarían coordinándose con México y los presionarían para llevar a los responsables ante la justicia”.
Matamoros, hogar de 580.000 personas, es la segunda ciudad más grande del estado nororiental de Tamaulipas, frente al extremo sur de Texas. Tamaulipas es uno de los seis estados mexicanos a los que el Departamento de Estado aconseja a los estadounidenses que no viajen, citando el riesgo de delincuencia y secuestro.
“Los grupos criminales tienen como objetivo los autobuses de pasajeros públicos y privados, así como los automóviles privados que viajan a través de Tamaulipas, a menudo tomando pasajeros y exigiendo pagos de rescate”, dice el Departamento de Estado . Los miembros fuertemente armados de los grupos criminales a menudo patrullan las regiones fronterizas del estado.
El día del secuestro, el Consulado de los Estados Unidos en Matamoros dijo que había recibido informes policiales de un tiroteo mortal en la ciudad y ordenó a los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos que evitaran el área en las inmediaciones de Calle Primera y Lauro Villar. No hubo indicios inmediatos de que el incidente estuviera relacionado con el secuestro.
Tamaulipas se encuentra entre los estados más peligrosos de México, en gran parte debido al conflicto violento entre grupos armados que luchan por el territorio. Algunos de esos grupos en los últimos años han utilizado el secuestro como fuente de ingresos, a veces secuestrando a los inmigrantes que esperan a lo largo de la frontera.
Pero la seguridad en Matamoros ha mejorado en los últimos años, con menos ataques de alto perfil como el que precedió al secuestro del viernes. Muchos estadounidenses que viven al otro lado de la frontera en Brownsville caminan o manejan hasta Matamoros para almorzar o ver a un médico. En enero, Texas Monthly publicó una lista de las mejores taquerías de la ciudad .
Matamoros está firmemente en manos del Cartel del Golfo, pero las fracturas dentro de ese grupo han provocado olas de violencia en otras partes del estado de Tamaulipas. Los analistas han expresado su preocupación de que si surgen fisuras similares en Matamoros, la relativa paz de la ciudad podría verse perturbada.
CON INFORMACIÓN DE THE WASHINGTON POST
