Los pequeí±os de cuatro, ocho y 10 aí±os murieron en un enfrentamiento donde participaron soldados y policías
Por: Agencias
Ciudad de México.-Â Tres nií±os fallecieron durante una balacera en San Miguel de Allende durante un enfrentamiento entre fuerzas estatales y un presunto grupo del crimen organizado.
En el incidente ocurrido en la colonia Lomas de San José la madrugada del sábado, participaron elementos de la Procuraduría de Justicia y de la Secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato.
Habitantes de los fraccionamientos La Paz y La Vista, reportaron una balacera a la 1 de la madrugada cerca de la salida a Dolores Hidalgo.
La Procuraduría General del Estado confirmó el deceso de los nií±os de 4, 8 y 10 aí±os el domingo e indicó que éste ocurrió durante el enfrentamiento en una casa de seguridad, al interior de la cual, hallaron los cadáveres de los infantes.
Los nií±os habrían ido a ocultarse a la casa al advertir la presencia de los agentes y fueron identificados como Juan Adrián, Teo y Gabriel Osvaldo, todos hermanos con el apellido Luna e hijos del velador de la finca donde ocurrió el enfrentamiento.
El padre de los menores, Antonio, continúa detenido bajo acusaciones de narcotráfico y posesión de armas, las cuales habrían incautado en la finca.
De acuerdo con el testimonio de un testigo, el padre de los nií±os gritó a los agentes que no dispararan porque había nií±os en el lugar e intentó proteger a sus hijos con su cuerpo mientras estaban encerrados en el baí±o de la propiedad.
La PGJE afirma que los vecinos informaron sobre disparos provenientes del lugar del enfrentamiento, donde fueron recibidos a balazos y por ende, los policías repelieron la agresión.
Al ingresar al inmueble, hallaron a Antonio y su esposa Juana, quien acusó a su esposo de asesinar a los menores e intentar matarla a ella también, ello a través de un comunicado.
Antonio estaba armado y su arma dio positivo a los elementos balísticos que se sustrajeron durante la necropsia de los infantes, razón por la cual fue puesto a disposición de un Juez de Control.
La mujer ha desmentido la versión difundida por la PGJE, asegurando que no declaró en contra de su esposo y mucho menos que Antonio hubiera matado a sus hijos.
Juana declaró que hombres armados obligaron a su esposo a sostener el arma y lo trasladaron a otro lugar de la casa junto con ella.
Antonio declaró más tarde, que una parte de la casa había sido rentada por el propietario a unos inquilinos que no han sido identificados.