Por Agencia Reforma
Estados Unidos.- El Gobierno estadounidense expresó “graves preocupaciones” sobre la política de México para eliminar gradualmente el uso y la importación de maíz transgénico, advirtió que los ajustes planteados por el País a la medida son insuficientes y amagó con acudir a un mecanismo formal de solución de controversias bajo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Doug McKalip, jefe negociador agrícola de la Oficina de la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), y Alexis Taylor, subsecretaria de Comercio y Asuntos Agrícolas Exteriores, se reunieron este lunes con Alejandro Encinas Nájera, subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía (SE), y otros funcionarios del Gobierno mexicano para abordar el decreto del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
La USTR refirió que las modificaciones propuestas al decreto presidencial compartidas por México a fines de 2022, como alargar el periodo de transición para la prohibición de la importación de maíz amarillo proveniente de Estados Unidos y que no se trata del grano utilizado para forraje animal, no son suficientes.
“Estos cambios no son suficientes y el enfoque propuesto por México, que no está basado en la ciencia, aún amenaza con interrumpir miles de millones de dólares en el comercio agrícola bilateral”, expuso el Gobierno de Estados Unidos.
“Dejamos en claro hoy que, si este problema no se resuelve, consideraremos todas las opciones, incluida la adopción de medidas formales para hacer cumplir nuestros derechos en virtud del T-MEC”, añadió la USTR.
También vienen energéticas canadienses
La Secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, se reunió hoy con empresas canadienses del sector energético para dar seguimiento a los acuerdos con a los que llegaron el pasado 18 de enero con López Obrador.
En el diálogo acordaron volver a reunirse a finales del próximo mes para evaluar los avances, informó la dependencia a través de un tuit.
Las empresas atendidas por Buenrostro fueron Northland Power, Canadian Solar y CDPQ, aunque previamente había recibido a Atco y Pattern, la cual cuenta con capital canadiense y estadounidense.
