
Por Edgar Zuazua
Saltillo, Coah.- La incesante oleada migratoria que enfrenta la frontera de México y Estados Unidos, se ve estimulada por bandas criminales que encuentran diferentes maneras de “enganchar” a quienes buscan el sueño americano.
Pese a la permanencia del Título 42 por parte del Gobierno de Joe Biden, y por el cual se procede a deportaciones exprés, los grupos superiores a 100 migrantes que cruzan a diario por el río Bravo, continúan documentándose por parte de la Patrulla Fronteriza. Muchos de estos son orquestados y dirigidos por coyotes que trazan rutas desde Sur y Centroamérica hacia Piedras Negras.
De acuerdo con mensajes enviados a los grupos de WhatsApp integrados por personas que pretenden cruzar territorio mexicano y llegar a conseguir una cita de asilo en la Unión Americana, se organizan viajes que cubren toda la ruta y que llegan a costar hasta 5 mil dólares.
En uno de estos se ofrece la travesía desde Nicaragua hacia EU, ya sea vía terrestre o aérea. Se convoca a los interesados a congregarse en un punto del aeropuerto de Managua, para el traslado en algún vehículo hasta Tapachula, Chiapas, y de ahí a Piedras negras, pasando primero por Monterrey.
Los pagos se deben realizar por medio de transferencia, por Zelle y Western Union. El primero es de mil 700 dólares; el segundo, se efectúa por mil 500 dólares en Tapachula, y para el traslado hasta la frontera de Coahuila se piden mil 300 dólares más.
Según lo prometido, los pagos “garantizan” comida, hospedaje, pago de retenes, documentación y la transportación.
En otro “paquete” de viaje, los traficantes de personas presuntamente ofrecen auto privado y autobús desde Managua hasta Cancún, desde donde se tomaría un avión para llegar a la capital de Nuevo León. Esto por 5 mil dólares, aunque aseguran que “los menores de 5 años pagan menos”.
Según diversos migrantes que recién arribaron a Monterrey, los coyotes o guías, -como también los conocen–, se organizan para los traslados, dependiendo de la economía de quienes están dispuestos a pagar un extra para el traslado final, o son dejados a su suerte y deberán subir al tren para ello.
Para esto último, les brindan dos alternativas: subir a la “Bestia” que toma trayecto hacia Torreón y de ahí a Ciudad Juárez, para buscar ingresar por El Paso, o bien, esconderse en algún vagón de los trenes cuyo destino es Piedras Negras, para después arriesgarse a entrar al río Bravo y quedar a disposición de la Patrulla Fronteriza en Eagle Pass.
De acuerdo con Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) diciembre fue el mes más intenso en la historia. Contrario a lo habitual, porque señalan que precisamente el último mes del año era el más tranquilo en cuanto a cruces ilegales se refiere.