El papa emérito Benedicto XVI estuvo siempre bajo la polémica durante su papado. Durante y después de ser el máximo jefe de la Iglesia Católica le tocaron el estallido de diversos escándalos y la participación de otros.
Jospeh Ratzinger se vio involucrado —en algunos casos, involuntariamente, según observadores—, en las campañas de los sectores ultraconservadores que ven con malos ojos las aperturas del Papa Francisco en el campo social, así como críticas a su administación por "falta de determinación en el gobierno y la toma de decisiones", pasos en falso y un escándalo de filtraciones.
Posturas conservadoras y declaraciones desafortunadas
Como mano derecha de Juan Pablo II en asuntos doctrinales, Ratzinger escribió documentos que refuerzan las enseñanzas de la iglesia que se oponen a la homosexualidad, el aborto y la eutanasia, y afirman que la salvación solo se puede encontrar en la Iglesia Católica.
Enfureció a las Naciones Unidas y a varios gobiernos europeos en 2009 cuando, de camino a África, dijo a los periodistas que el problema del VIH "no podía resolverse distribuyendo preservativos. Por el contrario, aumenta el problema”Un año después, emitió una revisión diciendo que si trabajadoras sexuales usara un condón para evitar transmitir el VIH a su pareja, podría estar dando un primer paso hacia una sexualidad más responsable.
Conmocionó al mundo islámico con un discurso de 2006 en Regensburg, Alemania, en el que citó a un emperador bizantino que caracterizó algunas de las enseñanzas del profeta Mahoma como “malvadas e inhumanas”, en particular su mandato de difundir la fe “por la espada”.Un comentario posterior a la masacre de cristianos en Egipto llevó al centro Al-Azhar en El Cairo, sede del aprendizaje musulmán sunita, a suspender los lazos con el Vaticano, que solo se restablecieron bajo Francisco.
Enfureció a los judíos en 2009 al rehabilitar a un obispo británico negador del Holocausto, Richard Williamson, un escándalo que admitió que podría haberse evitado si alguien en el Vaticano hubiera hecho una simple búsqueda en Internet su nombre, aunque hizo una exoneración radical del pueblo judío por la muerte de Cristo en 2011.
Los escandalos de abuso y conflictos internos en la Iglesia
El legado de Benedicto XVI se vio teñido de manera irreversible por la erupción mundial en 2010 del escándalo de abuso sexual, aunque como cardenal fue responsable de cambiar el rumbo del Vaticano sobre el tema. Se le atribuye haber impulsado el proceso para disciplinar o expulsar a los sacerdotes depredadores después de una actitud más laxa bajo Juan Pablo II, a pesar de la abrumadora evidencia de sus crímenes.
Ordenó una investigación sobre los abusos en Irlanda, lo que condujo a la dimisión de varios obispos. Disciplinó al difunto padre Marcial Maciel, fundador de la orden católica de los Legionarios de Cristo y uno de los depredadores más notorios de la Iglesia.
Los documentos revelaron que el Vaticano conocía muy bien el problema, pero se hizo de la vista gorda durante décadas, y en ocasiones rechazó a los obispos que intentaron hacer lo correcto. Conocía de primera mano el alcance del problema, ya que su antigua oficina, la Congregación para la Doctrina de la Fe, que había dirigido desde 1982, era responsable de tratar los casos de abuso.
En 2022, un informe independiente en la Alemania natal de Benedicto XVI alegó que no había tomado medidas en cuatro casos cuando era arzobispo de Munich entre 1977 y 1982. El frágil expapa reconoció en una emotiva carta personal que se habían producido errores y pidió perdón. Sus abogados argumentaron en una refutación detallada que él no tenía la culpa directa.
Pero el escándalo de los "Vatileaks" de 2012 ayudó a desentrañar su papado. Paolo Gabriele, el mayordomo de Benedicto, filtró documentos secretos que revelaron corrupción y disputas dentro del Vaticano. Gabriele dijo a los investigadores del Vaticano que entregó los documentos al periodista italiano Gianluigi Nuzzi porque pensaba que el Papa no estaba siendo informado de la “maldad y la corrupción” en el Vaticano y que exponerlo públicamente pondría a la iglesia en el camino correcto.
Las "revueltas" contra el Papa Francisco
Según la prensa italiana, un informe secreto de tres cardenales escogidos por el papa "enfermo y sin fuerzas" para investigar las filtraciones terminó por convencerlo de que se necesitaba a alguien más joven, fuerte y enérgico para hacer limpieza en la milenaria institución. El propio Ratzinger alegó "falta de fuerzas" y se refirió en sus últimos mensajes a las "aguas agitadas" en las que tuvo que mantener el timón de una congregación religiosa de mil 200 millones de fieles.
Después de su renuncia en 2013, que conmocionó a muchos en la Iglesia, los católicos conservadores consideraron al expapa como su abanderado y algunos ultratradicionalistas incluso se negaron a reconocer a Francisco como un pontífice legítimo. Han criticado a Francisco por su acercamiento más acogedor a los miembros de la comunidad LGBQ+ y a los católicos que se divorciaron y volvieron a casar fuera de la Iglesia, diciendo que ambos estaban socavando los valores tradicionales.
El propio Francisco dijo que tener a Benedicto en el Vaticano era como un "abuelo viviendo en la casa" y que visitaba regularmente a su predecesor. El incidente más dañino fue su participación en un libro de 2020 sobre la preservación del celibato de los sacerdotes católicos. Se publicó en el momento preciso en que Francisco estaba sopesando si relajar el celibato en el Amazonas para abordar la escasez de sacerdotes.
El escándalo que siguió resultó en que Francisco esencialmente despidiera a la secretaria de Benedicto XVI.
