Saltillo, Coah.- Pese al gran despliegue de recursos, la marcha convocada por Ricardo Mejía Berdeja, aspirante a candidato a Gobernador por Morena, quedó a deber, pues de las diez mil personas que esperaban apenas llegaron 2 mil.
Lo más grave es que muchos de los asistentes, en su mayoría adultos mayores beneficiarios de programas federales, no sabían porqué estaban ahí: sólo les avisaron que tenían que subirse a uno de los camiones “para ir a apoyar”, e incluso, a algunos los llevaron con engaños.
“No sabemos, no nos dijeron nada, nada más nos dijeron que a una posada pero no, no hay ninguna posada, no sabemos nada”, expresó Lidia en tono molesto y confundido, pues eran las 11 de la mañana y el intenso sol no daba tregua.
“De doña Francisca”, dijo doña Mary al cuestionarle de quién era el evento, “nomás nos hablaron por teléfono que viniéramos acá y nos venimos”.
Lo que se planeó como una “marcha histórica”, y no como actos anticipados de campaña, no obtuvo los resultados esperados para el subsecretario de la Seguridad Pública a nivel federal, pues ni los más de 40 camiones procedentes de Saltillo, Torreón, Francisco I. Madero, Frontera, Múzquiz, Monclova, Parras, Acuña y Piedras Negras, varios de ellos gobernados por Morena, lograron el cometido.
Y es que, a decir de la polícia de tránsito municipal, entre 1,800 y 2mil participantes se reunieron alrededor del Palacio de Gobierno, pero muy pocos sabían quién era el que estaba hablando en la tarima.
“Vamos a hacer una demostración de toda la gente que se ha venido sumando para que nosotros seamos quien encabece la defensa de la cuarta transformación en Coahuila, yo creo que va hacer una marcha histórica”, aseguró Mejía Berdeja a su llegada a la plaza del Congreso, pues aunque el punto de reunión fue la Plaza de las Ciudades Hermanas, la desorganización provocó un cambio de sede a última hora.
Aseguró que su manifestación política no tenía intención de solicitar el voto, por lo que no estaba incurriendo en ningún delito electoral, y que los asistentes estaban ahí por voluntad propia y no por algún tipo de compensación.
“Eso de acarreo es una palabra de los opositores, aquí nadie está a fuerza… no somos acarreados, estamos organizados”, expresó.
