Ciudad de México.- En promedio, los hogares mexicanos están pagando 18% más que hace dos años por las mismas mercancías que consumían, según un análisis de Kantar Worldpanel.
“La aceleración de la inflación impacta en el poder de compra de los hogares. Haciendo un ejercicio de comparación de cuánto compraban con 100 pesos las familias hace dos años en el mismo periodo de este año, se observa que están comprando menos unidades de productos: ahora solo se están llevando 80% de lo que adquirían, y se ve principalmente en alimentos y lácteos”, indicó Guadalupe Quevedo, manager senior de la División Worldpanel de Kantar México.
Según la consultora, la mayoría de las categorías en medición por Kantar rebasan los incrementos de la tasa de inflación general; sin embargo, los productos de cuidado personal y bebidas en general incluyendo lácteos, son los que no han superado, en la mayoría de sus categorías, este porcentaje.
Quevedo comentó que, a medida que el precio por unidad se va incrementando, los hogares van comprando menos unidades por viaje. Explicó que esta dinámica está impactando en el corto plazo, ya que llevan pocos artículos y buscan diferentes opciones de tamaño; por ejemplo, los grandes siguen ganando relevancia, pero ya no tanta como lo habían tenido en pandemia, por lo que empiezan a estabilizarse un poco más.
“Incluso los tamaños chicos frenan esta caída que tenían en la importancia del mix del gasto de los hogares y empiezan a mantenerse constantes”, detalló.
Los estudios de Kantar revelan que las familias empiezan a buscar diferentes opciones de acuerdo con la categoría o canasto. Por ejemplo, se observó que se buscan tamaños más grandes en alimentos, mientras que se reducen al comprar bebidas y lácteos. En el caso de cuidado del hogar y cuidado personal, los hogares se están quedando en el mismo tamaño que adquirían.
Además, están buscando asequibilidad a través de productos más pequeños al comprar categorías básicas, que son las que 70% de los hogares las adquiere por lo menos una vez al mes: aceites y antiadherentes, galletas, pan industrializado, pastas para sopa, agua embotellada, agua mineral, bebidas gaseosas, cremas lácteas, leche líquida, queso, detergentes para ropa, papel higiénico.
Acevedo concluyó que, al disminuir tamaño, los consumidores siguen comprando marca propia, sin dejar de lado los productos premium.
“Esta es una oportunidad importante, incluso en época de inflación, pero a través de la asequibilidad que lo darán los tamaños más pequeños”.
