Por Excélsior
Ciudad de México.- La estrategia del gobierno federal para contener los gasolinazos, ante el incremento en el precio del petróleo, ha generado no sólo pérdidas en la recaudación tributaria, sino un subsidio que suma 56 mil 811.5 millones de pesos. De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda, de enero a julio de 2022 el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas y diésel reportó una cifra negativa de 56 mil 811.5 millones de pesos.
Sólo para julio, la cifra fue negativa en 34 mil 756.1 millones de pesos.
Un IEPS negativo se interpreta como un subsidio neto, porque el gobierno deja de recaudar, con tal de mantener un precio estable de las gasolinas y diésel.
De esta forma, el subsidio a los combustibles ha dejado un boquete fiscal de 229 mil 170 millones de pesos en el IEPS de gasolinas.
Pese a esta brecha, el gobierno ha logrado compensar los ingresos totales con la renta petrolera.
De enero a julio, el sector público obtuvo tres billones 862 mil 53.8 millones de pesos, monto superior en 218 mil 389.7 millones de pesos a lo previsto, y representa un crecimiento de 5.3% anual en términos reales.
Los ingresos petroleros sumaron 760 mil 936.1 millones de pesos en los primeros siete meses del año, un repunte de 39.3% real.
Así, se ubicaron por encima de la cifra calendarizada en 134 mil 34.8 millones de pesos, impulsados al alza por un incremento de 38.4 dólares por barril en el precio promedio de la mezcla mexicana con respecto al programado.
