Por Grupo Zócalo
Ciudad Juárez, Chih.- En el recinto funerario todo es pena y consternación; familares se abrazan y lloran desconsolados porque que Lino ya no está aquí luego de que manos criminales lo asesinaran y se lo llevarán el pasado jueves en contra de su voluntad.
“El se quería comprar una casa propia, ya andaba viendo eso pero no pudo cumplir su anhelo” , señaló una de las hermanas de Lino Flores quien al inicio de la plática se mostró reacia a brindar algún detalle sobre su hermano y mucho más su mamá quien está inconsolable y no quiere hablar con nadie.
Lino Flores se desempeñaba en el área de eventos especiales y promociones de la cadena Mega Radio y fue una de las 4 víctimas mortales del ataque a una pizzería el pasado jueves en esta ciudad.
“El trabajaba de 8 de la mañana a 8 de la noche todos los días. Siempre al pie del cañón en la estación de radio” , agrega la hermana del fallecido quien es esquiva a la hora de las preguntas y contesta todavía con el pesar en su corazón.
Lino tenía 35 años de edad y vivía en la casa de sus padres ya que no estaba casado ni tenía hijos , compartía la casa con 3 hermanas más que también habitan en dicho domicilio.
“Muy alegre y muy trabajador, así es como yo lo recuerdo. Andaba viendo ya los trámites para comprarse una casa propia pero pues no sé pudo concretar su sueño”, finalizo la hermana de Lino luego de haber concluido el rezo del santo rosario en una de las capillas de Mausoleos Luz Eterna, empresa que ofreció de manera gratuita los servicios funerarios para las víctimas del ” jueves negro” .
A unos metros de la capilla donde instalaron a Lino se encontraba siendo velado uno de sus compañeros de trabajo, Armando Guerrero, quien también falleció el mismo día a consecuencia de la racha violenta que se desató el pasado Jueves.
A lo lejos se escuchan los padres nuestros y las aves Marías por parte de los familiares de los fallecidos quienes en medio de su tristeza y rabia voltean los ojos al cielo esperando encontrar consuelo en el señor de la misericordia y también en los brazos de su santa madre.
