Por: Manuel Rodríguez Muro
Piedras Negras, Coah; 6 de agosto 2022.- Contrario a lo que muchos pudieran pensar el norte de Coahuila oculta paisajes que se niegan a morir ante el embate del cambio climático que hoy en día ha puesto en la mesa del debate el tema de la sequía extrema por la que atraviesa la región.
Los municipios de ciudad Acuña, Jiménez, Piedras Negras, Guerrero e Hidalgo comparten algo en común que es vital para la supervivencia humana, el agua. Sus ríos hoy lucen casi secos, el Río Jiménez, por ejemplo, que durante muchos años fue un gran atractivo para los paseantes, hoy agoniza lentamente ante la ausencia de lluvias que le devuelvan la vida.
El municipio de Acuña cuenta con poco más de 163 mil habitantes, en el llamado ¨Puerto del Futuro¨ aún huele a provincia, la fe y la alegría con la que su gente le planta cara a la vida contagia, y ayuda a seguir adelante sin detenerse a lamentaciones.
Más allá de pasear por sus calles y disfrutar de la alegría y amabilidad de sus habitantes, a sus alrededores, cualquier arroyo por donde se corre el agua es un lugar digno para pasear y mitigar el intenso calor del verano.
A poco más de 20 kilómetros de la cabecera municipal de ciudad Acuña se encuentra, tal vez, el principal atractivo turístico de este municipio, la presa ¨ La Amistad¨, este coloso tiene un vaso captador con capacidad de 6 mil 80 millones de metros cúbicos con doce compuertas a lo largo de 665 metros de longitud.
Desde su construcción en 1969 este coloso solamente ha estado en su máxima capacidad por allá en la década de los años 70s. El agua que ahí se almacena únicamente una tercera parte es para México, las otras dos terceras partes son para consumo de los Estados Unidos.
Hoy en día, este coloso sigue siendo un gran atractivo para los paseantes, pero ahora porque se está secando, día a día esta impresionante presa se está quedando sin agua, al grado que hoy se encuentra al 14% de su capacidad.
En esta apocalíptica sequía la presa recibe apenas 13 metros cúbicos por segundo y tiene un gasto de 83 metros cúbicos por segundo, de esto último 80 son para el consumo de los Estados Unidos y solo tres por ciento para el lado mexicano.
Hace no más de cinco años, el vaso de la presa ya presentaba signos de desabasto, poco a poco y, los constantes trasvases del vital líquido la han llevado al nivel en la que se encuentra. Es una seria advertencia para las autoridades y los habitantes de los municipios de Acuña, Jiménez, Piedras Negras, Guerrero e Hidalgo.
Es un llamado urgente para intensificar las campañas del uso razonable y el cuidado del vital líquido que amenaza con agotarse sin que nada ni nadie pueda evitarlo.
Atrás quedaron los años en los que la presa lucía esplendorosa, atrás quedaron los años en el que el río Bravo corría desbordado.
Hoy urge hacer conciencia para cuidar lo poco que nos queda, porque estamos a nada de padecer lo que hoy viven en el vecino estado de Nuevo León.
