Por Infonor
Sabinas.- La Organización Familia Pasta de Conchos, expertos en la industria del carbón y viejos mineros señalaron que el lamentable siniestro de los pozos “El Pinabete”, que vuelve a enlutar a la Región Carbonífera y mancha de rojo al Gobierno Federal y a Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad, era algo anunciado.
“Hubo decenas de denuncias sobre las irregularidades en la asignación de contratos, sobre el favoritismo político en las adjudicaciones, la falta de capacidad de control de la Secretaría del Trabajo, el incumplimiento de normas de seguridad, pero convenía electoralmente y siguieron adelante”, expresó el ingeniero retirado Donaciano Aguirre.
Señaló que el desorden con que ha actuado la CFE para adquirir carbón ha revertido lo poco que se había avanzado en control de seguridad, a partir de movimiento de presión que generó el siniestro en la mina Pasta de Conchos, “y hoy la presencia de la Secretaría del Trabajo es invisible, porque a los inspectores los tienen en ´pobreza franciscana´ y no les dan ni vehículos ni gasolina y la oficina permanece prácticamente cerrada”.
El ingeniero Aguirre afirmó que en la prisa por publicitar una acción política, la compra de carbón que no es el adecuado para las plantas de la CFE y lo deben mezclar con el contaminante combustóleo, han actuado con una ligereza e improvisación que desgraciadamente, hay que decirlo y repetirlo, seguirá costando vidas”.
Puso como ejemplo el accidente ocurrido en la construcción de un tiro para el rescate de los cuerpos en Pasta de Conchos, donde la CFE encargó los trabajos a empresas amigas ajenas a la experiencia de los carboneros y el resultado han sido retrasos, lesionados y pérdida de equipos por imprevisión.
A su vez, Cristina Auerbach, vocera de Familia Pasta de Conchos, recordó el compromiso no cumplido del Gobierno Federal de vigilar a las empresas y las minas para imponer y vigilar las normas de previsión a fin de evitar tragedias como la de hoy y a través de Twitter preguntó “¿cuántas muertes más serán necesarias para que tomen medidas de no repetición”.
Por vía telefónica responsabilizó directamente a la Comisión Federal de Electricidad y a Manuel Bartlett de la tragedia, al señalar: “Nadie saca carbón de estos pozos en la región para otra cosa que no sea para CFE y evidentemente esta empresa no se hace responsable de su cadena de suministro y hará lo posible por encubrir a CATAMCO de Régulo Zapata, para no asumir la responsabilidad de adjudicaciones de contratos que no se apegan a la legalidad”.
Juan Andrés -joven minero que pidió reservar su apellido por temor a represalias- expresó que lejos de mejorar la situación de los trabajadores como lo prometió en su visita la secretaria Luisa María Alcalde, “las cosas han empeorado, los salarios son muy bajos y por hambre aceptamos laborar en pozos inseguros como los del accidente de hoy”.
Dijo tener un primo entre los mineros que trabajaban en los pozos siniestrados y desconocer si estaban o no todos afiliados al IMSS, “porque muchas veces los patrones ni eso nos dan, porque nadie los investiga y si preguntamos nos corren”.
“Los dueños nos dicen que la CFE les paga muy poco y por eso no pueden pagar más ni comprar instrumentos, herramientas o mejor equipo de seguridad; a veces nosotros mismos tenemos que comprar las botas o hasta los cascos cuando se dañan”.
