"No les gusta a nuestros adversarios, pero lo voy a seguir diciendo: abrazo, no balazos y justicia, atender a la gente más necesitada", dijo al hablar de los propósitos que aun tiene lo que resta de su gobierno, incluyendo continuar con todos los programas de bienestar.
La seguridad ha sido uno de los retos más fuertes para el gobierno de López Obrador y su estrategia de seguridad suele ser cuestionada ante los eventos de violencia que sigue sufriendo el país, principalmente por parte del crimen organizado, sobre el cual se acusa que el discurso desde Palacio Nacional no ha sido tan fuerte y contundente, en tanto que el número de homicidios en el país sigue siendo elevado.
Por su parte, esta semana la secretaria de Seguridad, Rosa Ícela Rodríguez, informó que hay una disminución de 1,048 homicidios, el año pasado frente al 2020, de acuerdo con cifras del INEGI. "Lo que más nos costó trabajo fue bajar los homicidios porque la tendencia iba hacia arriba. Nos dejaron esa herencia, como otras. Pero ya vamos enfrentando ese delito que tanto daño y dolor causa a la gente", dijo.
Con estos datos, el gobierno asegura que esta estrategia para pacificar el país, de la mano con la Guardia Nacional, está teniendo resultados. Además, este domingo el Presidente también habló que en su gobierno se seguirán garantizando las libertades.
"Nosotros aspiramos a fortalecer un sistema verdaderamente democrático, no vamos nunca a permitir una dictadura, garantizar las libertades, que todos se manifiesten. Si tenemos la consciencia tranquila no tenemos nada de que preocuparnos", dijo.
En su discurso también aprovechó a volver a respaldar al gobernador de la entidad, Carlos Joaquín, quien se dice podría sumarse a su gabinete. "Quiero agradecerle por su apoyo. Ya está por finalizar su encomienda, su mandato y siempre trabajamos de manera coordinada, no tuvimos conflictos, a pesar de que el surgió de otra organización, de otro movimiento político".
