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Castiga 4T a escuelas de educación básica

El Estado mexicano ha incumplido con el compromiso estipulado en la Ley General de Educación de destinar como mínimo el 8% del PIB

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Por Agencia Reforma

Ciudad de México.- El 70 por ciento de la matrícula estudiantil de todo el país se concentra en la educación básica, no obstante, es el nivel escolar que más ha registrado recortes en el sexenio de la autodenominada Cuarta Transformación.

En un análisis del ejercicio del presupuesto realizado por la organización Mexicanos Primero, se refirió que para empezar, el Estado mexicano ha incumplido con el compromiso estipulado en la Ley General de Educación de destinar como mínimo el 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) a gasto público en educación.

De 2008 a 2022 el gasto educativo representó, en promedio, sólo 3.5 por ciento del PIB. Es decir; debió entregar a este fin un aproximado de 2.3 billones de pesos, pero gastó 859 mil millones de pesos, con lo que se abre una brecha de 1.4 billones debajo de lo prometido.

“No se respeta ni siquiera ese pago mínimo de la Ley”, reprochó Thamara Martínez, investigadora de Mexicanos Primero.

No obstante, el gasto educativo en todos los niveles educativos (básico, media superior y superior) registra una tendencia decreciente dentro del espacio fiscal, pues en 2010 representó el 20.1 por ciento del gasto programable, mientras que en 2016 y 2020 fue de 18.2 por ciento y 15.7 por ciento, respectivamente.

El de educación básica es el nivel más afectado, ya que en 2010 este gasto representó el 12.1 por ciento del programable, mientras que en 2016 y 2020 fue de 11.4 por ciento y 9.7 por ciento respectivamente.

Por administración, en comparación con las dos anteriores, la del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ha sido la que más ha registrado decrecimiento en el Ramo 11 o el dirigido a escuelas de educación básica en términos reales.

Se hizo un comparativo del cuarto año de gestión a fin de medir con parámetros similares.

En 2010, en la administración de Felipe Calderón Hinojosa, los recursos ascendieron en alrededor de 78 mil 131 millones de pesos; con Enrique Peña Nieto, en 2016, se destinaron 80 mil 496 millones de pesos, siendo la cifra más elevada de los últimos tiempos.

En contraste, en 2022, en el cuarto año de la Administración de Andrés Manuel López Obrador, la cifra descendió a 68 mil 120 millones de pesos.

Fernando Ruiz Ruiz, también investigador de la organización, refirió que los recursos destinados a las escuelas de educación básica han tenido una disminución anual promedio de 0.02 por ciento real en los últimos años.

“Si consideramos todo el gasto educativo en las últimas tres administraciones, casi en todos los indicadores se ha visto una disminución en el gasto educativo contrario al discurso oficial”, denostó.

Esto, señaló, ha provocado que tanto maestros como padres de familia tengan que correr con los gastos que en nombre de la austeridad, que el Gobierno no ha podido costear.

Refirió que debido a ello, niños han tenido incluso que llevar sillas de su casa a las escuelas, como indicó, ha ocurrido en regiones como Chilpancingo, Guerrero.

Paralelamente, prosiguió, a la reducción de recursos se ha presentado una tendencia a la desaparición del gasto focalizado, con la eliminación de programas dirigidos a los alumnos más vulnerables.

En 2010 existían 46 programas presupuestales con recursos destinados a las escuelas, maestros y estudiantes de educación básica; en 2016, dichos programas se redujeron a 25 y para 2022 sólo hay 17.

“No solamente se redujeron sustancialmente los montos destinados a las escuelas, sino que además se redujeron los programas destinados a grupos focalizados”, lamentó.

En 2022, el avance de gasto enero-mayo reportado por la SEP, mostró que el Ramo 11 tuvo un aumento autorizado de mil 477 millones de pesos, pero a pesar de esto hubo una redistribución de recursos que van a afectar a los programas de educación especial, educación inicial y formación docente.

Al analizar los principales cambios de algunos de los programas educativos más relevantes en todos los niveles educativos se identificaron recortes por alrededor de 3 mil 229 millones de pesos.

Recursos a fondos opacos

A partir de que esta administración tomó las riendas del presupuesto, cambió la tendencia del gasto educativo, enfocado a subsidios.

El riesgo de los subsidios, alertó el investigador Fernando Ruiz, es que suelen ser opacos, pues sus reglas de operación no son claras.

“Es como la ‘caja chica’, se toma mucho dinero y no sabemos para qué va”, consideró.

La redirección del gasto ha estado enfocado en la incorporación de programas prioritarios de este Gobierno federal como La Escuela Es Nuestra, Programa de Becas Elisa Acuña y becas en general.

En el rubro educativo, resalta La Escuela Es Nuestra, incorporada en 2019, y que concentra el 2.6 por ciento del gasto en educación básica.

En comparación con 2021, su presupuesto muestra un aumento de 9.7 por ciento en términos reales y ha pasado por constantes cambios en sus objetivos y con opacidad en reglas de operación, apuntó el experto.

Recordó que incluso la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha alertado por irregularidades, de hasta 573 millones de pesos que no se comprobaron.

“En la práctica solo está logrando opacidad”, advirtió.

Señaló que se ha alertado que dar becas es una medida populista, por la que, dijo, se opta para generar votos, ya que invertir en las escuelas “no es lucidor y requiere de un montón de mecanismos para que tenga efecto”.

“Es un gasto social, no debería de estar en el presupuesto de educación, debería estar en el gasto de bienestar”, opinó

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