
Piedras Negras. - Aunque se entiende que las autoridades de salud mantienen las restricciones por la pandemia, la realidad es que la presencia masiva de indocumentados, sobre todo en el primer cuadro de la ciudad, los obliga a recapacitar sobre ese tema.
Así lo consideró el Padre José Guadalupe Valdés, asesor de la Casa del Migrante, Frontera Digna, quien dijo que los albergues para ayudarlos se hicieron para estar abiertos y no cerrados, manteniendo a estos grupos vulnerables en la calle.
Reconoció que el COVID-19 es una enfermedad que llegó para quedarse entre nosotros por lo que debemos de aprender a vivir con ello, incluyendo que los refugios puedan operar nuevamente.
En éste sentido, el director del Ejercito de Salvación, Carlos Solís, dijo que éste albergue siempre ha trabajado de la mano de otros organismos, pero sobre todo de las autoridades, por lo que se mantendrán cerrados hasta recibir alguna instrucción.
Sin embargo coincidió con al Padre Pepe, al mencionar que la necesidad por brindar un espacio a los migrantes es más que urgente, ya que las calles de la Zona Centro, se han convertido en sus refugios aún y con las altas temperaturas.