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Migración, la diversidad sexual y aroma a libertad

Así como muchos, la joven venezolana ha dejado su lugar de origen en busca del sueño americano, a pesar del sufrimiento que esto conlleva.

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Por Orquídea López Allec

Piedras Negras, Coah.- El sol ha cedido, pero sus estragos son evidentes en la piel de personas migrantes que han caminado por días bajo sus rayos. Los pies duelen, están lacerados, por lo que un equipo de Bomberos realiza curaciones.

Es la Casa de Mi Padre, el lugar ubicado en Nava, Coahuila, a unos kilómetros de la frontera entre Piedras Negras y la ciudad de Eagle Pass, Texas, al que cientos de migrantes han llegado a pedir ayuda, al tornarse en un tipo oasis o santuario donde pueden resguardarse, alimentarse y curarse.

En el área de enfermería se encuentra Liz Raimar, quien es originaria de Venezuela. Un bombero de Zaragoza realiza curaciones en sus pies dañados, destrozados por la larga caminada bajo el sol.

Liz sonríe y parece aguantar el dolor que le causan las laceraciones en sus extremidades inferiores.

Forma parte de una caravana migrante que ha transitado a pie Coahuila hasta llegar a la frontera y llegó a ella por diferentes circunstancias, pero con una meta fija de cruzar hacia Estados Unidos.

Al ser parte de la población migrante, es vulnerable, pero a ésta se suma otra vulnerabilidad: Forma parte de la comunidad LGBTQ+ que se desplaza por el territorio.

Aun cuando organizaciones internacionales defensoras de derechos humanos señalan las violaciones en su integridad a personas de la comunidad LGBTQ+, Liz enfatiza que afortunadamente no ha sufrido como tal.

Sin embargo, en su calidad de migrante, sus derechos fueron violentados. A pesar de contar con una visa humanitaria que le permite libre tránsito por un año en México, le impidieron hacerlo.

Relata que llegó en diciembre de 2021 a Tapachula, Chiapas, donde se quedó por espacio de cinco meses hasta que pudo obtener su visa humanitaria y luego se trasladó a Tijuana, donde vivió otros meses hasta el sábado 18 de junio.

Fue entonces que decidió cruzar la frontera, pero no por Tijuana, su meta como varias personas de su nacionalidad fue Coahuila o Tamaulipas.

Llegó a Torreón, Coahuila y no le vendieron boleto, sólo consiguió para Monterrey y aunque compró boleto en línea, perdió su dinero, 1,300 pesos porque le impidieron subir al autobús a pesar de que mostró su visa humanitaria.

“Al subir al autobús me piden mi credencial y mostré mi visa humanitaria por un año y me dice que no puedo subir”, relata.

No obstante, precisa que anteriormente ya había viajado de Tapachula a la Ciudad de México en autobús y no tuvo problemas en meses anteriores, incluso abordó un avión de la CDMX a Tijuana.

“Viajé en avión y cuando el oficial de Migración me pide la credencial, le entrego la visa humanitaria, la revisa y dice que todo está perfecto, que sí me puedo mover en todo el país con mi visa”, indica.

El problema comenzó cuando empezaron a llegar las caravanas y entonces las autoridades empezaron a violentar derechos, incluso de extranjeros con residencia permanente.

“Conocí a personas que tenían credencial permanente y los regresaron, sí es una violación de derechos”, señala.

“Es algo ilógico, te valida Migración, cómo me vas a decir que a la mera hora no sirve, entonces ¿para qué hago trámite migratorio?”, cuestiona.

Así fue como Liz decidió caminar junto a la caravana, aun cuando les había huido cuando estuvo en Tapachula, pero ahora no había de otra forma.

“Ya no me vendieron pasaje en Monterrey y me enteré de una caravana que salió un día antes, la alcancé y aquí estoy”, expresa con una sonrisa.

Liz tiene fijo su objetivo, cruzar la frontera para llegar a Dallas, Texas, donde espera estabilizarse.

La caminata ha sido difícil, es la primera vez que sus pies se le ponen de esta manera.

“Cuando salí de mi país caminé mucho, caminé en Colombia por la Selva del Darién, estuve siete días adentro, además de otros países en los que tienes que caminar mientras vas resolviendo lo del transporte”, indica.

Trabajo en México

En Venezuela, Liz trabajaba en la limpieza de casas, no había muchas oportunidades, pero también es una artista del tatuaje, al llegar a México buscó la manera de salir adelante.

En Tapachula, precisa que trabajó en el programa del Bienestar y en Tijuana, donde estuvo por unos meses, trabajó como guardia de seguridad hasta que decidió que era el momento de migrar hacia Estados Unidos.

Es la víspera del Pride, el Día del Orgullo LGBTQ+ y lamenta que se perderá en México la celebración, pero debe de seguir su camino.

No discriminación

Liz, de 32 años de edad, indica que no ha sido discriminada por ser parte de la comunidad LGBTQ+ en México, y se declara una persona tranquila que no arma escándalos.

“Hasta el momento, gracias a Dios, México me ha recibido bastante bien, no he sentido ningún tipo de discriminación por ser de la comunidad”, subraya.

Sin embargo, son muchas las personas de la comunidad LGBTQ+ que han denunciado violaciones de derechos, discriminaciones y violencia.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que personas migrantes lesbianas, gays, bisexuales, trans, han sido víctimas de discriminación, extorsiones, secuestros, explotación laboral, trata de personas, violencia sexual y de género en México.

Muchas personas de la comunidad LGBTQ+ huyen de sus países por violaciones a sus derechos y desigualdades, migran y en su camino vuelven a enfrentarse a situaciones que ponen en riesgo sus vidas.

Cabe destacar que en México se encuentra la Red Nacional de Apoyo a Personas Migrantes y Refugiados LGBT México (Redapm), la cual está integrada por 24 organismos que velan por la seguridad de las personas integrantes de esta comunidad.

Conmemoración

El 28 de junio se conmemora el Día del Orgullo LGBT o Día del Orgullo Gay, un día que surge tras la violencia que en Nueva York la Policía irrumpió de forma violenta el 28 de junio de 1968 en el bar Stonewall, el cual que era un refugio para la comunidad gay.

Desde ese momento, la comunidad inició una serie de protestas para exigir el cese a la discriminación por sus preferencias sexuales y surge en todo el mundo un movimiento de la comunidad LGBT+ al exigir respeto a sus derechos universales, a su vida, al amor y a la familia.

Frases para reflexionar..

“Love is love”.

“Amor es amor”.

“No se trata de ser todos iguales. Sino de aprender a respetar las diferencias”.

“Cuando eres honesto, encuentras a otros como tú”.

“Ser diferente es bueno”.

“No hace falta ser la causa para defender la causa”.

“Que gane siempre el amor en cualquiera de sus formas”.

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