Por: Grupo Zócalo
Ciudad de México.- Es posible que para una gran mayoría de los usuarios de internet que se iniciaron en el uso de la red de redes en algún momento de la segunda mitad de los años noventa, la desaparición del explorador de Microsoft Internet Explorer haya provocado al menos un aguijonazo de nostalgia en el corazón aunque muchos de ellos dejasen de utilizarlo en favor de otros buscadores como Firefox o Chrome, de forma similar a como se experimenta un inevitable sentimiento de melancolía cuando se está delante de un reproductor de VHS o de un walkman, tecnologías abandonadas primero en favor del DVD y del mp3, probablemente porque de alguna forma fueron parte de un pasado en parte idealizado, y es que ya lo cantaba la española Karina en El baúl de los recuerdos, en la que la intérprete hace referencia a que ante el hecho de buscar en dicho baúl mental, todo tiempo pasado parece mejor, incluso en el caso del popular buscador que era objeto de tantos memes satíricos sobre su supuesta lentitud.
De la cima a la sima
Según puede verse en el canal Rankingtube, durante el primer cuarto de 1998 Internet Explorer consiguió la primera posición como el buscador más utilizado superando a Netscape, un buscador de Netscape Communications que -al igual que le ha ocurrido en este momento a Internet Explorer- a pesar de haber ocupado la primera posición con holgura terminó por desaparecer en febrero del 2008 y que fue considerado como el perdedor de la primera guerra de los buscadores, manteniendo el navegador de Microsoft la primera posición durante los siguientes catorce años hasta que Chrome terminó por desbancarle de forma definitiva tras haber resistido durante tantos años el asedio de navegadores como Firefox, y Opera, en un reinado que por el momento ha sido más largo que el del popular navegador de Google y que podría tomarse como una profecía sobre lo efímero y frágil que puede llegar a ser el reinado de los dioses de la tecnología.
A partir de entonces Internet Explorer fue perdiendo cuota de mercado hasta su desaparición final, lo cual no significa que la compañía fundada por Bill Gates vaya a quedarse sin un navegador, ya que la gigantesca corporación informática aún contará con su navegador Microsoft Edge, dado que es un mercado demasiado importante como para renunciar a él, sobre todo para una empresa tecnológica.
El éxito de internet
Es indudable que internet ha funcionado como un catalizador del avance tecnológico de la humanidad, pero también ha ayudado a que las compañías tecnológicas vean cómo crece su cotización cuando han logrado satisfacer alguna necesidad de los clientes, e incluso ha permitido que compañías como Amazon se conviertan en gigantes valorados en cientos de miles de millones de dólares, convirtiendo su cotización en instrumentos de inversión incluso en el trading de acciones, forma de invertir, eso sí, con alto riesgo de pérdida debido a la volatilidad y el apalancamiento con el que se opera.
Es por ello que la lucha por generar y popularizar un buscador es uno de los objetivos de empresas como Alphabet -que es la matriz de Google Chrome-, Apple, o Microsoft, dado que es una de las primeras herramientas que todos los usuarios abren cuando encienden sus dispositivos y es fundamental a la hora de indexar la masiva cantidad de información alojada en los servidores de todo el mundo, ya que sin ellos la búsqueda sería mucho más tediosa y lenta, y en estos momentos el algoritmo de búsqueda de algunos de ellos está tan depurado tras tantos miles de millones de búsquedas que en ocasiones conducen a resultados exitosos incluso con descripciones increíblemente vagas de la información que se pretende conseguir o aunque las palabras utilizadas para iniciar la búsqueda estén llenas de faltas ortográficas que las hagan prácticamente ilegibles.
Es por ello que Microsoft ha podido renunciar a un producto con tanta solera como Internet Explorer, pero teniendo ya el recambio de Microsoft Edge, un buscador que parece gustar más que su predecesor, que es rápido y está basado en el navegador de código abierto de Google Chromium, pero que necesita del sistema operativo de Windows para funcionar al contrario de lo que ocurre con otros de sus competidores.
