Por: Feupo Zócalo
Ciudad de México.- Después de 40 días desde que se detectó el primer caso de virus del mono en los Estados Unidos, siguen incrementando las infecciones hasta alcanzar 156 con 14 pacientes recientes y California tiene el mayor número de casos con 40
Los casos de viruela del mono continúan aumentando en los Estados Unidos con 14 nuevas infecciones detectadas, según muestran los datos del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La última actualización de los CDC el martes elevó el total de casos del país a 156 a 40 días desde que se detectó el primer caso en EE.UU.
Estados Unidos confirmó su primer caso de viruela del simio en un viajero que regresó a Massachusetts desde Canadá el 17 de mayo.
California ha sido el estado más afectado con 40 casos confirmados, seguido de Nueva York con 22 e Illinois con 19.
Cualquiera puede contraer la enfermedad, más aún si ha estado en contacto o ha tenido contacto sexual con alguien que presente síntomas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades publicaron una nueva guía el martes sobre cómo identificar la viruela del simio durante el brote.
Tradicionalmente, las personas con viruela del simio han desarrollado fiebre, ganglios linfáticos inflamados, dolores de cabeza y dolores musculares.
Los síntomas van seguidos de un sarpullido que comienza en la cara o la boca y luego se propaga a otras partes del cuerpo, especialmente a las manos y los pies.
Sin embargo, en algunos casos recientes, los pacientes primero experimentaron una erupción en la boca o alrededor de los genitales o el ano.
Y en lugar de erupciones generalizadas, algunos pacientes vieron lesiones dispersas o localizadas en áreas distintas a la cara, las manos o los pies.
A veces, se desarrollaron síntomas similares a los de la gripe después de la erupción, pero otras personas no tenían esos síntomas en absoluto.
Los científicos han advertido sobre síntomas inusuales en pacientes estadounidenses que no estaban asociados previamente con el virus. Algunos pacientes informaron dolor en o alrededor del ano y el recto, sangrado rectal, proctitis (inflamación dolorosa del revestimiento del recto) o la sensación de necesitar defecar, aunque los intestinos estén vacíos.
