Por: Gru´po Zócalo
Allende, Coahuila.- Los migrantes venezolanos que pretenden llegar a pie desde Monclova y la Región Carbonífera a la frontera, por la carretera 57, han comenzado a sentir los estragos de las altas temperaturas que en unas zonas alcanzan hasta 45 grados.
La tarde de ayer paramédicos de Allende acudieron a auxiliar a Jesús López Zorrilla, de 44 años, originario de Venezuela, quien presentaba graves síntomas de deshidratación y que se guarnecía bajo matorrales, a la altura del paraje conocido como Paraíso.
Esto se encuentra sobre la carretera federal 57, entre Allende y Nueva Rosita, a la altura del kilómetro 169, a unos 5 kilómetros antes de llegar a la garita, en donde se localizó a López Zorrilla también con síntomas de contracción muscular severa.
El hombre era acompañado de su cuñado, Édgar Candurín Gutiérrez, de 46 años, quien señaló que han caminado decenas de kilómetros a pleno sol, lo que los ha deshidratado.
El hombre fue llevado al Hospital General de Allende para su atención médica.
Horas antes, dos migrantes venezolanos, una mujer embarazada y un hombre deshidratado, ingresaron a la sala de emergencias del Hospital Amparo Pape de Benavides, en Monclova, luego de recibir los primeros auxilios de paramédicos de la Cruz Roja.
Se trata de Yemile Hernández Bravo, de 21 años, una mujer con tres meses de gestación, quien presentaba cansancio por caminar más de nueve horas y complicaciones por su embarazo, como dolor abdominal, y de otro joven venezolano con síntomas de deshidratación.
Trasladan a 160
El Instituto Nacional de Migración inició la tarde de ayer el puente aéreo para deportar de forma masiva a migrantes detenidos o bajo proceso de repatriación, que han llegado a Piedras Negras.
En un avión charter fletado por el INM, a las 17:00 horas se repatriaron a 160 migrantes de varias nacionalidades, principalmente de Venezuela y Cuba, vía Piedras Negras con destino a Tabasco y luego de ahí a sus países de origen.
La saturación de las oficinas del INM en el puente dos ha provocado motines al menos en cuatro ocasiones, ya que tienen capacidad para procesar a 35 personas y albergan en ocasiones hasta 100 en unas pequeñas oficinas.
El comisionado del INM, Francisco Garduño, señaló que se dispone ahora de dos vuelos por semana y cinco autobuses por día para repatriar a migrantes para despresurizar la situación en Piedras Negras y Acuña.
Trascendió que entre los migrantes subidos al avión se encuentra el grupo que el martes ocasionó varios disturbios, logrando escapar hacia Estados Unidos, en donde fueron sometidos y horas más tarde deportados a Piedras Negras.
No hay recursos
No hay recursos para atender una caravana de este tamaño, manifestó el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, en referencia a los migrantes venezolanos y de otras nacionalidades que empezaron a llegar y que se prevé seguirán llegando a Coahuila.
“No se puede garantizar que en el carácter institucional tengamos la capacidad de atención de un flujo extraordinario de migrantes, por eso es también la dispersión (que se lleva a cabo)”, expresó en entrevista que ofreció ayer en gira de trabajo por Monclova.
Sostuvo que no se tiene contemplado instalar un albergue para migrantes como el que se estableció en el 2019 en Piedras Negras, y agregó que todavía no estamos fuera de la pandemia, existen distintos riesgos y protocolos de salud que se requieren cumplir.
En relación de por qué Gobierno del Estado no está dejando que los migrantes se transporten en autobuses de pasajeros a Ciudad Acuña y Piedras Negras, Riquelme dijo que se está revisando su situación.
“Cada camión, cada pequeña caravana que va llegando trae situaciones diferentes, algunos traen papeles, otros no los traen, otros vienen engañados, otros en grupos distintos”, indicó.
“Al venir ese tipo de caravanas, si no estamos en cada uno de los filtros y vamos resolviendo camión por camión su situación migratoria en coordinación con el Instituto Nacional de Migración, corremos riesgos porque ellos van directamente a la frontera”, apuntó.
