
Ante los casos de mujeres desaparecidas y asesinadas en Monterrey, NL, la psicosis de ser secuestradas empieza a apoderarse de jovencitas de Monclova.
Por Juan Ramón Garza
Monclova, Coah.- Ante los casos de mujeres desaparecidas y asesinadas en Monterrey, Nuevo León, la psicosis de ser secuestradas empieza a apoderarse de jovencitas de Monclova, y a través de redes sociales piden a la población femenina tener cuidado y no salir solas.
La tensión que se generó entre las jovencitas llevó a varios comerciantes a unirse para invitar a las mujeres a usar las instalaciones comerciales en caso de sentirse en peligro o amenazadas.
Gaby Zamora, una usuaria de Facebook, hizo una publicación para relatar lo que le ocurrió a las 7:40 horas a plena luz del sol en la avenida Las Torres, entre las maquiladoras Alpabeth y Aramark, cuando los ocupantes de una camioneta la acosaron.
ââSí sentí mucho miedo, la verdad nunca me había pasado nada así. Era una camioneta blanca doble cabina con vidrios polarizados con placas de Onappafa color azul, venían cuatro seí±ores ya grandes con cachucha y cubrebocas negrosâ.
Fernando Arturo Mercado Zertuche, dueí±o de diversos negocios localizados entre el bulevar Pape y la calle Ecuador, âEs lamentable lo que está ocurriendo con la desaparición y asesinatos de muchachas; tengo una hija, soy criminólogo de profesión, trabajé en la Fiscalía, y conozco el temaâ, expresó.
Ofrecen refugiar a mujeres en riesgo
Ante lo que está aconteciendo, Fernando Arturo Mercado Zertuche dijo que las jóvenes tienen mucho miedo de que alguien se les acerque, pues así como ya se secuestraron y asesinaron muchachas de Monterrey, también puede ocurrir en Monclova.
Explicó que lo que están haciendo por las redes sociales es prevenir por si el día de maí±ana alguna mujer puede tener problemas, que sepa que se puede acercar a las instalaciones y pedir apoyo.
ââEs alarmante y triste que muchachas de 20 aí±os que apenas van creciendo terminen su vida así (muertas); el dolor que tiene un padre al perder a su hijo no tiene manera de describirseâ, apuntó.
ââSi entre nosotros no nos apoyamos quién nos va a apoyar; tengo una nií±a y en un futuro me gustaría que alguien le ayudara, porque le puede pasar a mi hermana, mi sobrina o a una amiga, todos tenemos en nuestras vidas a mujeresâ, agregó.
Mireya Pérez Pineda, propietaria de una ferretera ubicada en la colonia Ampliación Pipila, dijo que ella decidió sumarse a esta iniciativa después de ver la publicación de una carnicería que invitaba a las mujeres a ingresar a sus instalaciones si corren algún peligro.
ââSi una mujer se siente amenazada o en peligro, con toda la confianza que llegue a mi negocio (ubicado en la calle Rosario número 706), aquí estamos mi esposo y yo, y con todo gusto vamos a tratar de ayudarle, prestarle el teléfono, hablar con la Policía o lo que se requieraâ, expuso.
Sostuvo que más que nada en Monterrey es donde está sucediendo muchos casos,
ââcada día uno se despierta con la noticia de que desapareció una másâ.
ââEs importante que nos sumemos, cuidarnos entre todos, ayudarnos, y si vemos que está pasando algo, no hacernos de la vista gorda y auxiliar a la persona que lo necesitaâ, dijo.
ââYo en lo personal tengo una hija chiquita, pero pienso en el día de maí±ana que no me gustaría pasar por ese gran dolor de perder una hija, a una prima, una hermana, eso es lo que me incitó a sumarme para que al menos aquí en Coahuila no lo permitamosâ, finalizó.
âPensé que jamás pasaría aquíâ
ââSoy de las personas que pensaban que todo lo que está pasando con chicas desaparecidas en otras estados jamás pasaría aquí, y que mal estoy con ese pensamiento porque gente mala está en todos lados!!!â, afirmó Gaby Zamora, en la publicación.
ââLo digo por lo siguiente que me pasó: ahorita fui al Oxxo que está en el bulevar Las Torres; ya que venían muchos carros, me esperé para cruzar, hasta que vi un camioneta que me dio el paso, lo cual agradecí. Venía caminando y vi de reojo que la misma camioneta venía detrás súper lento, igual no le tomé importancia hasta que se me hizo mucho que no avanzara, volteé y bajaron el vidrio y no sé que se dijeron (los tripulantes)â.
ââEn eso un muchacho que venía atrás de mí caminando me dijo que si vivía cerca me cruzara junto con él hacia la otra acera porque la camioneta venía siguiéndome desde el bulevar, lo cual sí me asustó y cruzamos; él se quedó en Alphabet y la camioneta se paró y se quiso retornarâ.
ââLo que hice fue meterme al Six que está en la esquina, y la camioneta se estacionó ahí afuera, duró más de 10 minutos hasta que se fue; salí y me vine casi corriendo a la casa, sinceramente no sé si me venía siguiendo o no, pero neta que así como están las cosas una ya no puede andar a plena luz del día solaâ.