Después de que le diagnosticaron cáncer -dos tumores cerca de la clavícula y el tórax-, la mexicana Andrea Sierra Salazar, empezó a buscar actividades para distraerse
Por: Redacción
Ciudad de México.- "Muchas se sienten avergonzadas, porque vivimos en un mundo en el que el cabello es muy importante, y cuando lo pierden piensan que ya no son bellas", declaró Andrea Sierra Salazar a Univisión durante una entrevista.
Después de que le diagnosticaron cáncer -dos tumores cerca de la clavícula y el tórax-, la mexicana residente de McAllen, Texas, desde hace 11 aí±os, empezó a buscar actividades para distraerse, y así comenzó contrató fotógrafos para hacer sesiones de fotografías, pero siempre con peluca.
No fue hasta que conoció a Gerardo Garmendia que la situación llevaría su retrato por el mundo.
"Quedé en ver a Andrea un día. Hicimos un primer photoshoot, pero con la peluca. Semanas después le mandé una foto por Facebook de una modelo sin pelo y le pregunté: '¿Te atreverías a hacer algo así?'", relató el fotógrafo.
"Aún no había aprendido a aceptar el hecho de que perdería el cabello y que debía amarme a mí misma", seí±aló Andrea, "cuando Gerardo me lo propuso, en ese momento no me sentía tan segura de mí misma".
Finalmente un día Andrea le dijo a su madre que se animaría a hacer la sesión de fotos con Gerardo, y esta vez sin su peluca.
"Me vino del corazón. Fue una sensación distinta, algo muy especial para mí. Sin la peluca, me sentía libre", agregó en la entrevista Andrea.
Sus fotografías ahora han conseguido que gente de países como Alemania, Noruega y Australia contacten a la mexicana para mostrar su apoyo, y en algunos casos, para agradecer por ser la inspiración de personas en situaciones similares.
Además, compaí±ías han buscado a Sierra para convertirse en la cara de campaí±as, no sólo de publicidad, sino de fondos contra el cáncer.
"No lo voy a negar, la quimioterapia es dura, y al estar ahí en la cama sin hacer nada empiezas a pensar sobre la enfermedad, que me encuentro mal, las náuseas... Las sesiones de fotos fueron una manera de distraerme y esperar con ganas a que llegara el día siguiente", confesó a Univisión Andrea.
Hoy, Andrea se pasea sin su peluca, asiste a la escuela y continúa con su quimioterapia de manera regular.
"La época más difícil de mi vida también se ha convertido en una de las mejores para mí".