
Alumnos con problemas de audición han descrito los atroces abusos sexuales.
Por AgenciasÂ
Argentina.- Más de 20 nií±os y jóvenes argentinos han denunciado los horribles abusos a los que fueron sometidos por parte de dos curas católicos en el Instituto Antonio Próvolo para nií±os sordos en Mendoza.
Alumnos y exalumnos con problemas de audición han descrito ante las autoridades los atroces abusos físicos y sexuales de los que fueron víctimas por parte de los sacerdotes, uno de ellos con antecedentes similares en una escuela en Italia.
En una pequeí±a capilla de la escuela, en donde eran confesados los nií±os, y ante la imagen de la Virgen María varios de ellos aseguran que fueron abusados por los curas, vejaciones que en algunos casos se cometidos desde hace una década, según detalla el fiscal del caso, Fabrizio Sidoti, a la agencia AP.
Pero no solo fueron ahí, las presuntas violaciones sexuales, vaginales y anales, ocurrían en los baí±os, dormitorios, jardines y en el sótano de la escuela, ubicada en la localidad de Luján de Cuyo, en Buenos Aires, Argentina.
Los gritos de horror difícilmente eran escuchados por alguien, todos los estudiantes tienen problemas de audición y de acuerdo a la investigación los sacerdotes buscaban especialmente a los menores que se quedaban a dormir en el albergue del colegio.
La AP detalla que las víctimas han dado testimonio de los abusos por medio de lenguaje de seí±as, mismos que son descritos por la fiscalía como verosímiles y con coincidencias. Hasta ahora son al menos 24 testimonios, pero no descartan que sean más.
Las denuncias son en contra de los sacerdotes Nicola Corradi, italiano de 82 aí±os, y Horacio Corbacho, argentino de 55. Ambos ya se encuentran en prisión, y con ellos se encuentran tres empleados del instituto, todos fueron detenidos en noviembre y enfrentan cargos por abusos sexuales.
El caso por si solo golpea al Vaticano, pero también resuenan las denuncias previas en contra de Corradi, quien había sido seí±alado por delitos similares desde la década de 1950 en el Instituto Antonio Próvolo de Verona. Otros sacerdotes fueron castigados por ese caso, pero no el sacerdote italiano.