
Desde el fin de semana pasado el espíritu navideí±o se apoderó de miles de personas que por las noches se han congregado.
Por AgenciasÂ
Puebla.- Una tradición muy mexicana que a pesar de los aí±os y las complicaciones económicas sigue preservándose entre las familias poblanas durante las fiestas decembrinas, son las posadas.
Desde el fin de semana pasado el espíritu navideí±o se apoderó de miles de personas que por las noches se han congregado para protagonizar el andar de la virgen María y su esposo, José, pidiendo posada en Belén.
Esta celebración religiosa está acompaí±ada de una âletaníaâ, en la que se evocan diversas figuras representativas del catolicismo.
En el hogar en donde han hecho parada âlos peregrinosâ, se da lectura a una serie de cánticos que refieren a la petición que en su tiempo hicieron María y José a los moradores del lugar para pedir un espacio en el que pudieran dormir y descansar de su largo viaje.
Los moradores de la casa les dan la bienvenida a âlos peregrinosâ y sus acompaí±antes, y después de realizar algunas oraciones todo se convierte en una fiesta en la que nií±os, jóvenes y adultos disfrutan del tradicional ponche de frutas, reciben un aguinaldo âque contiene principalmente caramelos y frutos secosâ y algún otro tipo de antojito mexicano.
Esta una celebración muy arraigada entre los mexicanos que ha sido transmitida de generación en generación, nos explica la seí±ora Gloria López Papaqui, quien por más de 30 aí±os ha realizado una posada en su hogar.
Pero no todo queda en el ponche y los antojitos mexicanos, puesto que en una posada mexicana no pueda faltar la pií±ata de siete picos que representan a los siete pecados capitales y que en esta temporada, de acuerdo con la tradición, deben ser eliminados.
Esta celebración se repite durante las nueve noches previas al 24 de diciembre, fecha en la que âde acuerdo con la religión católicaâ ocurrió el nacimiento del nií±o Jesús, quien llegó al mundo a salvar a los hombres y redimirlos de sus pecados.
Con información de Tribuna Noticias.