Estas cifras son solo algunas de las contenidas en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016.
Por Agencias
Ciudad de México.- La prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad en los mexicanos adolescentes y en los adultos registró un ligero aumento en los últimos cuatro aí±os para ubicarse en un 33.3 y en un 72.5 por ciento respectivamente, en un país en el que 8 de cada 10 de sus habitantes, desde los más pequeí±os hasta los más grandes, consumen regularmente bebidas azucaradas, aún cuando se tiene conocimiento de que no son saludables.
Estas cifras son solo algunas de las contenidas en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2016, estudio presentado el día de hoy, el cual muestra un avance moderado de una epidemia que poco a poco ha consumido a la población mexicana, especialmente a los adultos y a las mujeres.
"Hay un ligerísimo incremento pero tampoco es estadísticamente significativo", justificó en conferencia de prensa el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Kuri, al estimar que "se ha estabilizado de alguna manera el fenómeno de sobrepeso y obesidad".
En el informe se habla sobre la contención del sobrepeso y obesidad, ambos medidos en conjunto, en los nií±os de 5 a 11 aí±os, sector poblacional que pasó de tener esta prevalencia combinada de un 34.4 por ciento en 2012 a un 33.2 por ciento en 2016.
Sin embargo, puede tratarse de una cifra engaí±osa cuando se ve el aumento registrado sólo en la obesidad, sin incluir sobrepeso, la cual pasó de un 11.8 a un 12.2 por ciento en nií±as y de un 17.4 por ciento a un 18.6 por ciento en nií±os.
Entre los adolescentes de entre 12 a 19 aí±os la prevalencia de sobrepeso y obesidad aumentó de 34.9 a 36.3 por ciento. Los mismo datos indican que el sobrepeso entre las adolescentes en 2016 fue de 26.4 contra un 23.7 por ciento en 2012. En tanto, en las mujeres adultas se observó un incremento del índice de sobrepeso y obesidad, al pasar de 73 en 2012 a 75.6 por ciento en 2016.
El informe muestra en ese sentido cómo entre 2012 y 2016, los varones adolescentes observaron una disminución en el índice de sobrepeso y obesidad, al pasar de 34.1 por ciento a un 33.5 por ciento. En tanto, los varones adultos permanecieron estables con un 69.4 por ciento.
Para Alejandro Calvillo, director de la organización no gubernamental de El Poder del Consumidor, el que la Secretaría de Salud diga que el crecimiento de la obesidad y el sobrepeso no se está dando de manera tan acelerada, es algo que no es entendido a partir de lo que desde la sociedad civil ya se había planteado: los niveles de saturación del sobrepeso y la obesidad.
âCuando hablas de un 70 por ciento de la población adulta con sobrepeso y obesidad ya es muy difícil que crezca. Esto ya se había dicho desde hace tiempo, por lo que no se puede ver como un avance, sino como una situación normal, ya hay un nivel donde la gente que podía desarrollar obesidad y sobrepeso ya lo desarrollóâ, comentó en entrevista con Newsweek en Espaí±ol.
âLo que sí está aumento son los casos de diabetes y las enfermedades generadas por este sobrepeso y obesidadâ, detalló Calvillo.
A este aumento en la obesidad y diabetes se suman otros factores como la actividad física y la alimentación. En el primer caso se han registrado aumentos positivos, aunque las cifras muestran una diferencia entre la prevalencia de hombres y la de mujeres, siendo este último sector poblacional el que mayor aumento ha tenido en el sobrepeso y obesidad en todos sus grupos de edad.
La Ensanut plantea que cerca de una quinta parte de los nií±os y nií±as de entre 10-14 aí±os de edad son activos, es decir realizan al menos 60 minutos de actividad física moderada a vigorosa los 7 días de la semana. Aunque en este rubro también existe una diferencia en cuanto género, al ser los nií±os más activos (21.8 por ciento) que las nií±as (12.7 por ciento).
En adolescentes se da una situación similar con una mayor prevalencia en la actividad física suficiente, definida como 420 minutos/semana de actividad moderada-vigorosa, en cuanto a sector poblacional, pero con diferencias en cuanto a género al ser mayor en hombres que en mujeres (69.9 por ciento y 51.2 por ciento, respectivamente).
Con respecto a la proporción de adultos y su actividad física se registró una disminución de 2012 a 2016 en quienes no cumplen con la recomendación de actividad física de la OMS, siendo mayor en hombres (15.2 contra 13.7 por ciento) que en mujeres (16.7 contra 15 por ciento).
El 81.6 por ciento de la población adulta simplemente gusta del sabor de las bebidas azucaradas, aún cuando, el 92.3 por ciento no las consideran saludables. Foto: Cuartoscuro.
El gusto por el refresco
Respecto a la diversidad de la dieta, en los nií±os, se observó un elevado consumo de alimentos cuyo consumo cotidiano aumenta los riesgos de obesidad o enfermedades crónicas: 81.5 por ciento consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 61.9 por ciento botanas, dulces y postres y 53.4 por ciento cereales dulces.
En adolescentes también se observó una elevada proporción de consumidores de grupos de alimentos no recomendables: 83.9 por ciento consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 59.4 por ciento botanas, dulces y postres y 50.3 por ciento cereales dulces.
Los mismo se presentó en los adultos sector en el cual se observó una elevada proporción de consumidores de algunos grupos de alimentos no recomendables para consumo cotidiano: 85.3 por ciento consumen regularmente bebidas azucaradas no lácteas, 38 por ciento botanas, dulces y postres y 45.6 por ciento cereales dulces.
Las cifras indican que el 81.6 por ciento de la población adulta simplemente gusta del sabor de las bebidas azucaradas, aún cuando, el 92.3 por ciento no las consideran saludables.
âLa gente asocia las bebidas azucaradas con la obesidad en un alto porcentaje e incluso más con la diabetes. Sin embargo, esta asociación no impacta en el consumo porque se ve que es un problema ajenoâ, explicó Calvillo al tiempo que seí±aló la falta de campaí±as gubernamentales para tratar de reducir el consumo de estas bebidas.
Con respecto al impuesto que gracias a la presión de las organizaciones civiles fue establecido a las bebidas azucaradas, Calvillo recordó lo expuesto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre que este gravamen debería de ser del 20 por ciento y no del 10 como está regulado en México, el cual dijo que ya perdió en relación de la inflación.
Los datos presentados este día por la Ensanut también indican que a nivel nacional, el 40.6 por ciento de los mexicanos dijo leer el etiquetado nutrimental de los alimentos empacados y bebidas embotelladas, no obstante se encontró que sólo el 30.5 por ciento de la población reporta que el etiquetado nutrimental actual es algo comprensible, el 28 por ciento que es poco comprensible y 16.6 por ciento nada comprensible.
âEse etiquetado lo tenemos denunciado desde 2010 cuando la industria lo empezó a usar y seí±alamos que no era entendible ni por estudiantes de nutrición. Y eso a pesar de que le seí±alamos a Cofepris [Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios] sobre ese etiquetado que metió la industria en 2010, posteriormente Cofepris lo volvió obligatorioâ, denunció el titular del Poder del Consumidor.
Calvillo manifestó en ese sentido su preocupación ante la intención de lanzar una campaí±a para entender este tipo de etiquetado cuando, dijo, no es entendido en ninguna parte del mundo âporque precisamente por eso la industria lo ha promovido, para que el consumidor no tenga idea de lo que está comiendoâ.
Asimismo planteó la necesidad de que se regule la publicidad dirigida a nií±os. âLa regulación aquí es ridícula y la diseí±ó la industriaâ, dijo Alejandro Calvillo quien expuso el caso chileno donde existe una fuerte regulación en la materia que evita que los nií±os sean engaí±ados con personajes animados o juguetes.
