
'Me decían joto y los agarraba y los golpeaba, yo había estudiado Taekwondo; pero yo traigo esa violencia desde esa edad, desde ahí nadie me ha golpeado'
Por: Medio Tiempo
Ciudad de México. - Pimpinela Escarlata se abrió pasó en la lucha libre gracias a su esfuerzo, dedicación, y entrega arriba del ring, sin embargo, para llegar al camino del éxito tuvo que superar distintas pruebas, pero quizá una de las más complicadas fue todo lo que tuvo que pasar desde nií±o por el solo hecho de ser homosexual.
Mario González Lozano, nombre real de Pimpinela Escarlata, recuerda que tuvo una nií±ez dura debido a que la mayoría de sus compaí±eros solían hacerle burla por ser gay, aunque ello lo impulsó a forjar su carácter porque recurrentemente se terminaba agarrando a golpes con ellos.
"Yo nací para ser luchador. Ahí donde yo vivo, en Tierra Libertad, hay una escuela que se llama Ricardo Flores Magón, que está enfrente de la casa de mi madre, yo estudié ahí la primaria seis aí±os; como de los 9 a los 13 aí±os, siempre iban a quejarse con mi mamá, le gritaban: 'doí±a Socorro, su hijo el maricón, ya golpeó a mi hijo'; y mi mamá les contestaba: 'sí, pero con motivo, por qué lo insulta, por qué le dicen joto si él no es'. Mi mamá un poquito ignorante decía que yo no era gay", recuerda Pimpinela Escarlata en entrevista con El Antifaz De La Comarca Lagunera.
"Me decían joto y los agarraba y los golpeaba, yo había estudiado Taekwondo; pero yo traigo esa violencia desde esa edad, desde ahí nadie me ha golpeado, siempre les he ganado, porque me buscan, me ofenden en la calle, y yo chiquillo, los agarraba y los golpeaba. Iban y le daban la queja a mi mamá, que ella se peleó ahí dos veces con dos mamás. Les decía: 'con mis hijos no se metan que se las van a tener que ver conmigo'", aí±ade.
No obstante, Pimpinela Escarlata explica que pese a ello jamás pasó por su cabeza que fuera a llegar a la lucha libre, pues en aquel momento su temperamento estabas enfocado solo en defenderse de las burlas e insultos.
"Nunca me pasó por la cabeza que yo fuera a ser luchador, tenía 13 aí±os y era bien golpeador, bien callejero, nadie me quería en la cuadra, gritaban: 'ahí viene el joto y ni le busquen que es bien peleonero, y ni le busquen que su madre le da rienda'. Y resulta que ese joto hoy está aquí, y yo nací para esto, porque todo sacrificio tiene su recompensa, gracias a la lucha libre he tenido todo", indica el luchador exótico.