Este artículo de la revista Proceso toca el tema de la regulación de las empresas que han obtenido contratos de carbón en la 4T.
Por: Proceso
Ciudad de México.- Una pared se rompió y la acumulación de agua inundó las galerías de un âpocitoâ carbonero donde murió Ramón Sánchez Arellano, el único de los 14 mineros que trabajaban en el subsuelo de un área que, de tan irregular, ni nombre tenía, pero la gente de la zona solía identificarla por el apodo del capataz, el mismo con el que quedó registrada aquella tragedia del 30 de julio de 2010: el Pocito Boker.
Plutarco Ruiz Laredo, otro obrero, sobrevivió en el socavón durante una semana. De entre la oscuridad y la humedad, sin alimentos, salió con vida aunque con daí±os físicos y psicológicos.
Tras el siniestro, la mina quedó inservible y clausurada. Era propiedad de Eduardo Morales, quien después se puso a explotar el carbón de las paredes de unos viejos túneles en desuso, pero el 25 de julio de 2012 unos soportes desvencijados no resistieron más y de nuevo otra tragedia: seis mineros murieron a unos metros del primer incidente.
Morales no se detuvo, sólo cambió la razón social de su compaí±ía para seguir operando, y el 28 de marzo de 2014 otros dos obreros del carbón perdieron la vida sepultados por un alud en unas cuevas cercanas a los anteriores siniestros.
El saldo es de tres accidentes y nueve trabajadores muertos por condiciones inseguras en minas irregulares; entre las anomalías destaca el hecho de que sus empresas no pagaron las indemnizaciones correspondientes.
Morales, sin límite en sus negocios, a finales de octubre âvía su hijo homónimoâ obtuvo dos contratos de carbón con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la empresa productiva del Estado cuyo titular, Manuel Bartlett Díaz, festinó en un acto masivo âante el presidente Andrés Manuel López Obradorâ la reactivación de las compras a las minas rudimentarias de la región carbonífera de Coahuila.
A Carkim Industrial, SA de CV, la CFE le otorgó un contrato por 20 mil 520 toneladas, un ingreso de 21 millones 224 mil pesos. A Rodamientos y Equipos de Sabinas le asignó otro, pero sus montos se desconocen⦠Ambas empresas son de Morales.
Esos contratos son parte de los 54 asignados por la CFE a pequeí±os productores de carbón para alimentar las carboeléctricas âJosé López Portilloâ y âCarbón IIâ, ubicadas en el municipio de Nava, Coahuila, localidad cercana a la frontera.
Aunque oficialmente la asignación de contratos evaluó diferentes condiciones de legalidad, el propio reporte de la CFE identificó en buenas condiciones a 12 de las 54 empresas, 33 más tienen pendientes de cumplimiento, ocho están pendientes de clarificar aspectos fiscales, laborales, ambientales y de seguridad, y sobre una no hay datos porque acaba de firmar con la CFE.
Sin embargo, una revisión sobre la información oficial, hecha por la Organización Familia Pasta de Conchos (OFPC), revela negros antecedentes de las empresas participantes.