La llegada del demócrata Joe Biden al poder podría cambiar la agenda de política energética del país vecino.
Por: Agencia Reforma
Ciudad de México. - Aunque aún no se define quién será electo como nuevo Presidente de Estados Unidos, la llegada del demócrata Joe Biden al poder podría cambiar la agenda de política energética del país vecino, y consecuentemente tener implicaciones para México.
âLas elecciones en Estados Unidos se vuelven un factor que seguramente tendrá implicaciones para la política energética de México. Quién gane, si es el partido demócrata con Biden, habrá algunas seí±ales que cambiarán el curso de la política energética estadounidenseâ.
âHabrá que ver qué sucede con el tema del fracking. Estados Unidos se volvió autosuficiente en un periodo de 10 aí±osâ, consideró Sergio Pimentel, comisionado de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), durante una videoconferencia sobre el futuro del sector petrolero.
Mientras que en Estados Unidos los demócratas han dado mayor relevancia al cambio climático y la protección ambiental por medio de las energías limpias, los republicanos, especialmente bajo el mando del Presidente Trump, han priorizado el apoyo a los combustibles fósiles.
La fracturación hidráulica, mejor conocido como fracking, es un proceso para extraer hidrocarburos inyectando agua y productos químicos. Esta técnica se practica principalmente en estados como Pensilvania, Ohio, Texas, Colorado y California.
Sin embargo, ha sido sumamente criticada por grupos ambientalistas, al ser considerada muy agresiva para el medio ambiente.
Gracias al fracking, Estados Unidos logró posicionarse como el gigante petrolero del shale gas. Sin embargo, la caída de los precios del petróleo a nivel internacional, así como el impacto de la pandemia del Covid-19, provocaron el cierre masivo de pozos y un declive de la industria.
México ha sido favorecido al ser el principal consumidor del gas natural de Estados Unidos, pues tras la caída de la producción de Pemex, no hay suficiente producción doméstica para atender la demanda.
La política energética del Gobierno mexicano ha descartado el uso del fracking en la extracción de hidrocarburos, sin embargo, según datos oficiales, más de la mitad de los recursos prospectivos (potencial petrolero) del País se encuentran en áreas no convencionales.