El exmilitar Zaqueo Olán era cabo en el Octavo Regimiento de Caballería Motorizado, en Matamoros, Tamaulipas.
Por: Agencia ReformaÂ
CDMX- . Después de cuatro aí±os de reclusión, un tribunal federal ordenó la liberación de un oficial del Ejército, que fue acusado falsamente de robar en 2016 un cargamento de 700 kilogramos de marihuana y venderla en 16 mil dólares a narcotraficantes de Tamaulipas.
Se trata de Zaqueo Olán Martínez, quien se desempeí±aba como cabo de transmisiones en la Base de Operaciones Móvil Ex Guarnición, del Octavo Regimiento de Caballería Motorizado en Matamoros.
El Décimo Tribunal Colegiado Penal echó abajo una condena de 8 aí±os con 6 meses de prisión y multa de 10 mil 390 pesos, dictada el 15 de mayo de 2019 por el Tribunal Militar, al hallarlo culpable de delitos contra la salud.
Olán Martínez estuvo cuatro aí±os en prisión con base en un testimonio aislado que no le imputa ningún hecho ilícito, en una investigación que inició con una denuncia anónima que su jefe dijo haber recibido y luego admitió que no existía registro de la misma.
El jefe del regimiento, el coronel de Caballería Diplomado del Estado Mayor, Francisco Javier Hernández Almanza, declaró a la justicia castrense que el 6 de marzo de 2016 recibió una llamada anónima que denunciaba a un grupo de soldados que aseguraron 700 kilogramos de mariguana en una casa de la colonia Fidel Velázquez, de Matamoros, y luego se trasladaron a la carretera a Reynosa, para venderla en 16 mil dólares a un narcotraficante.
El hoy general brigadier y comandante del Quinto Regimiento de Caballería en Mazaquiahuac, Tlaxcala, dijo que esta denuncia no la reportó al Ministerio Público Militar porque antes pretendía verificarla. Lo que hizo fue ordenar una revisión al personal de la Base de Operaciones Móvil.
A uno de los soldados, Martín Espinoza Soto âEl Balúâ, le descubrieron un envoltorio de marihuana y relató al jefe del regimiento una historia que prácticamente coincidía con la denuncia anónima.
El 16 de marzo de 2016 Olán fue detenido junto con un grupo de soldados. El único que no fue capturado fue Espinoza Soto.
Cuando Olán presentó su amparo, aseguró que âEl Balúâ inventó la historia para evitar una sanción, y la justicia federal le dio la razón.
Dos soldados, que confesaron haber participado en los hechos, no lo involucraron, y Espinoza Soto tampoco lo seí±aló.
Cuando el jefe del regimiento fue llamado a declarar, le insistieron sobre la denuncia anónima que dijo haber recibido por teléfono, sin embargo, reconoció que no existía.