
La fiesta será en casa, las flores y las ofrendas no llegarán al camposanto
Por: Rosalío GonzálezSaltillo, Coahuila- El alza de contagios y muertes por Covid-19 acabó con la tradicional visita a los panteones durante el último día de octubre y los dos primeros de noviembre en toda la región.
Fueron decenas de saltillenses los que se quedaron con las flores en las manos ante las cadenas y candados cerrados de los portones de los cementerios de la ciudad, que para evitar multitudes se mantuvieron bajo control policial.
Los fara-fara, las plaí±ideras, los nií±os y sus madres dedicados a ofrecer el servicio de limpieza de tumbas y acarreo de agua se quedaron sin trabajo durante esta edición de las fiestas a los muertos.
Elementos de la Policía Municipal se apostaron a las afueras de los panteones para evitar un posible descontrol social por las molestias que en muchas personas causó el cierre de los camposantos.
El comercio dedicado a la venta de flores y ofrendas también padeció la decisión impostergable de las autoridades de cerrar los panteones, que según los especialistas en epidemiología, son un lugar de alto nivel de contagio del virus.
En algunos de los casos, la fiesta se trasladó a las casas, donde familiares y amigos recuerdan a sus difuntos con altares donde exponen sus fotografías, les ofrendan sus bebidas y alimentos favoritos, e incluso les ponen música o se fuman en su honor un cigarro y beben una cerveza.
Para la historia quedará este día en la ciudad, el primero en el que un Día de Muertos transita sin ellos.