
Donald Trump logró juntar hasta mil millones de dólares para su campaí±a por la reelección a la presidencia, casi toda esta fortuna ya fue gastada.
Por Agencias
ESTADOS UNIDOS.- La enorme operación política del presidente Donald Trump recaudó más de 1.000 millones de dólares desde que el magnate llegó a la Casa Blanca en 2017, y malgastó buena parte de ese dinero.
Trump pagó 10 millones de dólares por un anuncio en el Super Bowl cuando los demócratas aún no tenían candidato. Encargó a su organización política cubrir las exorbitantes cuotas legales relacionadas con su juicio político. Sus asesores presumieron su nueva abundancia, incluyendo una flota de vehículos de lujo adquirida por Brad Parscale, su exdirector de campaí±a.
En tanto, una red de compaí±ías de responsabilidad limitada ocultaron gastos por más de 356 millones, según registros.
Ahora, a sólo dos semanas de la elección, algunos asistentes de campaí±a reconocen en privado que enfrentan complicadas decisiones de gasto en momentos en que el candidato demócrata inunda las ondas de radio y televisión con anuncios. Eso ha dejado a Trump en la posición de necesitar más que sus característicos mítines durante la pandemia de coronavirus y depender de una teoría no comprobada de que puede convertir a votantes intermitentes en simpatizantes a niveles nunca antes vistos.
Gastaron su dinero de forma innecesaria, con personal de campaí±a llevando un estilo de vida de los ricos y famosos, y con anuncios vanidososâ, dijo Mike Murphy, un veterano asesor republicano que trabajó con John McCain y Jeb Bush, y quien es un abierto crítico del mandatario. âNi siquiera 10 monos con lanzallamas habrían quemado todo ese dinero de forma tan estúpidaâ.
Para Trump, es una posición familiar, aunque no bienvenida. En 2016, la candidata demócrata Hillary Clinton le superó ampliamente en recaudaciones, pero se las ingenió para concretar una sorpresiva victoria. En esta ocasión, sin embargo, Trump apostaba en su enorme ventaja de fondos para desprestigiar a Biden y defender su presidencia.
El director de campaí±a de Trump, Bill Stepien, insistió en que el dinero no era problema. âTenemos cobertura al aire más que suficiente, casi tres veces más que en 2016â, dijo a los reporteros el lunes.
Biden, aí±adió Stepien, âlo gastó todo en televisiónâ, al evitar la mayoría de los recorridos puerta por puerta debido a la pandemia, mientras que Trump cuenta con casi 2.000 elementos de campo en todo el país tocando puertas y haciendo llamadas telefónicas para su campaí±a.
Trump dijo a su personal de campaí±a el lunes que âen los estados indecisos y que podrían ir para cualquier lado... yo tengo la capacidad de visitar esos estados y hacer eventos. Biden no tiene capacidad. Yo salgo y hago eventos y tenemos 25.000 personas. íl hace un evento y tiene cuatro personasâ.
Las cifras de publicidad, sin embargo, ofrecen un panorama menos optimista.
A pesar de que hay media docena de grupos externos que han salido a la ayuda del presidente, Biden y sus aliados demócratas se disponen a gastar 142 millones de dólares en publicidad en los últimos días de la campaí±a, superando a los republicanos en un margen superior a 2 a 1, según datos de la empresa de rastreo publicitario CMAG/Kantar.
El lunes, el despacho Medium Buying reportó que Trump estaba cancelando anuncios en Wisconsin, en Minnesota âque Trump intentaba arrebatar a los demócratasâ y en Ohio, que ganó Trump en 2016 pero que ahora luce sumamente competido.
Es un fuerte contraste respecto a mayo, cuando la campaí±a de Biden tenía poco dinero y Parscale comparó la campaí±a de Trump con una âEstrella de la Muerteâ que estaba a punto de âapretar el botón de disparo por primera vezâ.
La campaí±a publicitaria que lanzaron en los siguientes tres meses costó más de 176 millones de dólares, pero no melló gran cosa la ventaja de Biden en las encuestas de opinión pública.
Trump está ahora en una posición que es virtualmente impensable para un presidente en ejercicio, dijo Travis Ridout, codirector de Wesleyan Media Project, que da seguimiento a los gastos en publicidad.
La publicidad obviamente no lo es todo. Pero creemos que los anuncios importan para un par de puntos porcentuales en una carrera presidencial. Y no es una buena seí±al para la campaí±a de Trumpâ, dijo Ridout.