Saltillo, Coah.- Por la crisis de Covid-19, la mayoría de las familias de mineros atrapados en la mina Pasta de Conchos declinó la invitación a Palacio Nacional para reunirse el próximo lunes con el Presidente López Obrador.Cristina Auberbach, representante de la agrupación Familia Pasta de Conchos, donde se congregan 59 familias de mineros, informó que son muchas horas de viaje hacia la Ciudad de México para que gente mayor vaya en un autobús.
"Nos hablaron el martes pasado y nos dijeron de la invitación. Como tenía poco tiempo para responder hablé con representantes de 40 familias y la mayoría dijeron que no querían arriesgarse a viajar con la pandemia", afirmó Auberbach.
Dijo que los familiares tienen toda la intención y temas para tratar con el Presidente, pero esperan que sea durante una visita de él a la Región Carbonífera de Coahuila.
"El Presidente se mueve con poca gente y es más fácil que él venga que nosotros mover a más de 59 personas, muchas de ellas mayores, en camiones hasta la Ciudad de México, son muchas horas encerrados respirando el mismo aire", dijo.
Auberbach, quien representa a las familias que desde el accidente han pedido el rescate de cuerpos, dijo que a la reunión con el Presidente podrían acudir algunos familiares de mineros que están agrupados con el Sindicato Minero de Napoleón Gómez Urrutia.
El Subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, Alejandro Encinas, había adelantado que durante la reunión se abordarían los dictámenes técnicos de los expertos relacionados con el posible rescate de los cuerpos.
A mediados de julio, la Secretaría del Trabajo informó que contaba ya con el dictamen técnico de 21 expertos mexicanos y extranjeros, donde seí±alan la viabilidad de realizar el rescate de los cuerpos.
El 19 de febrero de 2006, una explosión en la mina Pasta de Conchos de Grupo México en Nueva Rosita, Coahuila, provocó un derrumbe donde 65 mineros quedaron atrapados, y aunque los familiares clamaron por el rescate en las primeras horas, la autoridad federal, con el apoyo del entonces Gobernador del Estado, Humberto Moreira, acordaron clausurar la mina.
