Tras una puerta de cristal, detrás del Hospital General Amparo Pape, se encuentra el búnker anti-Covid con el que Coahuila pretende enfrentar la desbordante demanda de pruebas para diagnosticar el nuevo virus.
Por: Rosalío GonzálezÂ
Monclova, Coah.-Â Tras una puerta de cristal, detrás del Hospital General Amparo Pape, se encuentra el búnker anti-Covid con el que Coahuila pretende enfrentar la desbordante demanda de pruebas para diagnosticar el nuevo virus.
El Laboratorio Biomolecular de Monclova, inaugurado esta semana, tendrá capacidad de practicar de manera independiente 200 pruebas diarias de Covid cuando logre su certificación científica, por la que trabajan actualmente enfermeros, químicos y médicos.
El proceso comienza en una cabina recien instalada, donde se ubica una central de enfermería y un par de consultorios para toma de muestras biológicas, las cuales se les practican a los sospechosos de contagio.
Casi todos los elementos en este búnker tienen logotipos de peligro biológico, y los especialistas recomiendan sanitizar cada que entra y sale un paciente, así como evitar tocar los pasamanos, las paredes y cualquier otra cosa.
Somos los primeros que ingresamos al lugar en operación, con el objetivo de atestiguar cómo se toma una muestra en esta casa de la ciencia.
La toma sería sencilla de no ser por el riesgo biológico, pero la química lo hace por automático, con precaución pero sin perder la firmeza en los movimientos.
Con un par de largos hisopos raspa, primero la garganta y después en lo profundo de la nariz de la paciente para obtener las muestras que desde ese momento reciben un tratamiento con protocolo científico que consiste en su aislamiento y refrigeración.
âA nosotros nos toca atender al paciente en una especie de campana donde se sienta, ahí tomamos dos tipos de muestras, una que es la nasofaríngeo y otra faríngeo, ambas se colocan en el medio donde vamos a detectar el virusâ, comentó una de las químicas del laboratorio.
Las pruebas son depositadas en un frasco con alerta de riesgo biológico, y después en una hielera de nieve seca donde se acumulan hasta cinco antes de ser enviadas a su análisis químico en un par de cuartos herméticos, unas verdaderas fortalezas científicas.
Además de las muestras que se toman en estas instalaciones, también llegan hieleras con otras realizadas en el Hospital General, la clínica del ISSSTE y otros sanatorios de la Región Centro de la entidad, a la cual le brinda servicio.
Las muestras se entregan en la recepción y después un químico las deposita cerradas y a dentro de la hielera, en una cápsula de cristal con doble puerta que nunca debe ser abierta al mismo tiempo por ambos lados.
âEl químico que está adentro lo retira de la ventana para poder revisar que la muestra venga correcta para poder aceptar o rechazar la muestra. Si todo está bien se pasa al siguiente cuarto que es donde sacamos el embalaje y extraer el tubo con la muestra para empezar a extraer el NRA del virusâ, comentó el químico encargado del laboratorio.
Si alguna de las muestras está abierta no se acepta y se devuelve para su nueva práctica, debido a que podría dar falsos negativos o positivos.
Al interior del laboratorio, hay un par de químicas que trabajan sin parar, cubiertas con batas, guantes, gogles y caretas especiales que les brindan seguridad para evitar el contagio, debido a que están directamente expuestas a las muestras.
Al terminar su trabajo, los químicos son sometidos a procesos arduos de desinfección con cloro, alcohol puro y otras soluciones de limpieza biológica, pero ni aún así se van tranquilos a casa, allá se baí±an hasta tres veces antes de ver a sus familias.
Amplificando el ADN viral y apoyados por luz ultravioleta y reacciones químicas en cadena, los profesionales logran arrojar un diagnóstico que por el momento tiene que ser cotejado con el Laboratorio Estatal ubicado en Saltillo, debido a que apenas están acreditando su acertividad, lo cual tardará dos semanas más.
Los resultados de este laboratorio están en menos de 24 horas debido a las jornadas de los químicos y la capacidad de cobertura que tienen los equipos tecnológicos.
De este búnker anti-Covid han salido durante la última semana los resultados que están pintando para las autoridades de salud municipales y estatales la realidad visible de este enemigo invisible, la cantidad de contagios en la región más sacudida en Coahuila por la pandemia.