
Suzanne murió el pasado 22 de marzo, dos días después de haber sido ingresada.
Por: Grupo ZócaloÂBélgica.- Suzanne Hoylaerts, una mujer de 90 aí±os del pueblo belga de Binkom, cerca de Lubbeek, acudió al médico acompaí±ada por su hija Judith cuando comenzó a sentir que le faltaba el aire y había perdido el apetito. La mujer fue hospitalizada y dio positivo por coronavirus. Fue entonces cuando tuvieron que aislarla y separarla por tanto de su hija, publica El Mundo.
Es entonces cuando, la mujer pidió a los médicos que utilizaran un respirador artificialcon ella. "No quiero usar respiración artificial. Guárdala para los pacientes más jóvenes. Yo ya he tenido una buena vida", aseguró la anciana.
Lamentablemente, Suzanne murió el pasado 22 de marzo, dos días después de haber sido ingresada, debido a la falta de oxígeno.
Judith, la hija de Suzanne, aseguró que su madre fue ingresada el aí±o pasado por neumonía y que, aunque vivía sola, se había tomado el confinamiento "muy enserio".
Devastada por la pérdida, Judith asegura que su madre le dijo antes de ser aislada:
"No debes llorar, hiciste todo lo que pudiste". A la tragedia se suma el hecho de que no pudo acompaí±ar a su madre en los últimos momentos: "No puedo despedirme de ella y ni siquiera tengo la oportunidad de asistir a su funeral"
Muchas personas en redes sociales han lamentado el fallecimiento de la anciana belga y la han calificado de heroína. La historia de Suzanne es un ejemplo de solidaridad y bondad en los momentos más duros.