
Asfixia economía del centro y norte del estado reforma que privilegia la energía limpia.
Por Néstor González
Saltillo, Coah.- La crisis en la Región Carbonífera de Coahuila no es nueva. Se gestó hace unos aí±os, cuando se promulgó la reforma energética de Enrique Peí±a Nieto, y se ha agravado con las acciones âe inaccionesâ del nuevo Gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador, que no solo ha asfixiado a esta parte del estado al no aterrizar la compra de carbón con los productores locales, sino que también afecta a la Región Centro, paralizando al motor económico de Monclova y municipios aledaí±os, Altos Hornos de México, que es también uno de los grandes clientes de los empresarios carboneros.
Será que realmente la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de Manuel Bartlett Díaz no necesita el carbón para las plantas generadoras de energía, y solo esté dispuesta a darle paliativos a los productores.
âRealmente lo que nosotros no hemos querido es que se hagan esos llamados pedidos emergentes, porque no nos viene a solucionar nada a la región, son como aspirinas, que nada más te dan un tranquilizante por unos meses, pero al final del día nosotros como empresarios no podemos ver a la larga para poder invertirâ, afirma Graciela González, productora local.
También será que el actual Gobierno de la 4T va con todo contra la corrupción, caiga quien caiga, sobre todo en un estado gobernado por un partido que no es el suyo, y en un aí±o electoral para Coahuila.
Pero el asunto es la parálisis económica del centro y centro-norte del estado que ha provocado la actual Administración federal y su poca disposición para resolver una situación que se obstina en abordar desde un punto de vista político y no socioeconómico, algo que ya no escapa a la vista del propio Gobernador.
âAquí hay dos temas. Uno, que se quiera asfixiar a la Región, que el tema con la Unión de Productores pueda ser de otro tipo, pues en estos momentos dejen de producir, deje de haber derrama económica y en tanto en la región hay una crisis que difícilmente vamos a poder levantar en breve, o la otra, hacer lo que estoy planteando y luego llegar de salvadores a entregar las toneladas a manera de salvavidasâ, seí±ala Miguel íngel Riquelme, quien ya ha dejado ver su molestia porque la promesa hecha por el Presidente en mayo del aí±o pasado, no está siquiera en el horizonte.
Estocada mortal
La Región Carbonífera es en parte víctima de sí misma ante su falta de capacidad para diversificar la economía, dependiendo exclusivamente de la extracción de carbón mineral, lo que la ha puesto en una situación crítica.
Un ensayo publicado en 2016 por la Asociación Mexicana de Ciencias para el Desarrollo Regional A.C. (Amecider) seí±ala que la industria del carbón enfrentaba desde entonces una crisis inminente.
Esto, a partir de que el Gobierno federal emitió la Ley de Transición Energética en 2015, que contempla la inserción de México en un mundo cada vez más globalizado, y por lo tanto comprometido con el medio ambiente, y la incorporación del país a las tendencias mundiales de favorecer la utilización de energía limpia.
Dicha ley también considera la reducción, en la medida de lo posible, de emisiones contaminantes para la generación de energía eléctrica.
Respecto a la utilización de carbón mineral para la producción de energía, el artículo 101 del ordenamiento seí±ala en su numeral XXI el objetivo de promover el aprovechamiento del gas asociado a la explotación de los yacimientos minerales de carbón, como parte de la política nacional de cambio climático.
Paradójicamente, el Gobierno federal actual ha rechazado tajantemente la explotación de yacimientos de hidrocarburos como el gas shale, argumentando que el método de fracturación hidráulica o âfrackingâ es daí±ino para el medio ambiente. Esa era una de las apuestas a futuro para el desarrollo económico de Coahuila, y por ahora, se encuentra sepultada tan profundamente como los enormes yacimientos de este combustible en el estado.
Aún hay más: el Artículo 3 transitorio de la Ley de Cambio Climático establece que la Secretaría de Energía, en coordinación con la Comisión Federal de Electricidad y la Comisión Reguladora de Energía, promoverán que la generación eléctrica proveniente de fuentes de energía limpias alcance por lo menos 35% para el aí±o 2024.
Pésimas noticias para los productores de carbón coahuilenses, que tienen como principales clientes a dos gigantes que consumen la mayor parte del mineral que comercializan: la Comisión Federal de Electricidad y Altos Hornos de México.
La inminente modernización de las plantas generadoras de energía de la CFE en Nava implicaría que dejen de quemar carbón mineral y utilicen gas proveniente de la Cuenca de Burgos, o âcontraviniendo la tan cantada soberanía nacionalâ dejen de comprar carbón a los empresarios coahuilenses e importen gas desde Estados Unidos.
Preludio de una crisis
La Región Carbonífera, que contempla los municipios de Sabinas, San Juan de Sabinas, Múzquiz, Juárez y Progreso, tiene una población conjunta de poco más de 180 mil habitantes, de acuerdo con el censo de 2015 elaborado por el Inegi.
La explotación del carbón corre a cargo de empresas como Micare, Mimosa y Minsa, y se extiende hasta el municipio de Nava, y entre 80 y 100 pequeí±os y medianos productores.
De acuerdo con el Inegi, hace 10 aí±os la Comisión Federal de Electricidad compraba 3.3 millones de toneladas para la operación de sus plantas Carbón I y II en Nava. El otro gran cliente era Altos Hornos de México, que utiliza el carbón para sus procesos de producción de acero.
Esta región depende totalmente de la industria del carbón. Las empresas micro, pequeí±a y mediana (MPyMEs) que no están dedicadas a la extracción, aportan muy poco a la industria de ese giro.
La Laguna, por ejemplo, aporta el 32.2% de la producción bruta total de las MPyMEs; la Sureste el 31.8%; la Norte el 13.6% y la Centro el 15.5. La Región Carbonífera apenas aporta el 6.8 por ciento.
Esta pobre participación hace énfasis en la dependencia de la Región de la industria minera, sin la cual la economía está en riesgo de colapsar. De acuerdo con datos de los productores, la industria genera entre 3 mil 500 y 4 mil empleos directos, y entre 10 mil y 12 mil indirectos.
âSe habla de aproximadamente de 4 mil millones de pesos que han dejado de circular en la región y que esto pues está provocando pobreza y desempleo, lo terminan pagando los que menos tienen, platicaba hace unos días aquí en la región y me decían padres de familia que han tenido que retirar a sus hijos de estudiar porque ya no hay cómo seguir sosteniendo su educación, o la situación de darle de comer a los nií±os dos veces al día, eso es lo que está pasando aquí en la Región Carboníferaâ, seí±ala Lenin Pérez Rivera, diputado federal por Coahuila.
La presión es inminente: los trabajadores ya tienen tres meses de no trabajar, y se han tenido que ocupar en oficios distintos, como talleres mecánicos, vulcanizadoras, empresas de transporte, en tanto regresan a su actividad habitual. Sus ingresos, si bien no son óptimos dentro de la industria del carbón, sí les representa más que estar como despachadores en una gasolinera con un salario mínimo y dependiendo de las propinas.
La actividad económica, el comercio, el turismo, están a la baja.
âNosotros tuvimos reuniones con la Cámara de Comercio de toda la Región Carbonífera, de Múzquiz, Rosita, Sabinas, y hemos estado hablando con otros sectores, toda la economía está muy golpeada, toda la economía está colapsada debido a que la entrada fuerte en la Región Carbonífera es el carbónâ, afirma Antonio âTonyâ Flores, productor local.
âAhorita platicaba precisamente con un compaí±ero hotelero, me dice que por ejemplo en el ramo hotelero, hay una ocupación de alrededor del 12% en Sabinas, esto nos habla precisamente de la situación económica que se está viviendo, las familias no cuentan ni con lo mínimo indispensable para sacar adelante a sus hijos, en el tema de la alimentación, de la educaciónâ, dijo el presidente del Congreso, Emilio de Hoyos Montemayor.
Futuro oscuro
Uno de los últimos contratos multianuales que firmó la CFE con la Promotora para el Desarrollo Minero, un ente gubernamental con Gobierno propio dedicado a la comercialización del carbón de los pequeí±os y medianos productores, fue en 2012, mismo que concluyó en 2016. El contrato estableció que la Comisión compraría 3.3 millones de toneladas al aí±o.
A partir de ahí, las adquisiciones han ido disminuyendo hasta llegar a 410 mil toneladas el aí±o pasado a través de dos compras emergentes. En lo que va del aí±o, la CFE no ha realizado licitaciones de carbón.
De acuerdo con especialistas, si los criterios de libre mercado, subastas, licitaciones por calidad y volumen del mineral, entre otros, se imponen en los procesos de comercialización que lleva a cabo la CFE en las compras de carbón a la Región, se deberán reorientar las inversiones, o de lo contrario, la economía entrará en colapso.
Esto, de acuerdo con un estudio presentado durante el Encuentro Nacional Sobre Desarrollo en México en Mérida celebrado en 2016, podría tener fuertes efectos económicos, sociales y eventualmente políticos, de inseguridad y migración en esta ya de por sí castigada parte de Coahuila.
No obstante, existen opciones, afirman los investigadores Federico Ricardo Mí¼ller Rodríguez y Horacio Enrique Cárdenas Zardoni, autores de ese estudio.
Una de ellas es diversificar la actividad económica a través de la extracción de gas shale y gas metano, a la cual se ha opuesto desde el inicio el Gobierno de López Obrador.
Otra opción es la integración de la Región Carbonífera al proyecto Ports to Plains, pero el Gobierno federal tampoco ha apoyado con recursos el desarrollo carretero y de infraestructura que ya ha solicitado el Gobierno de Coahuila.
Una última opción sería el desarrollo de clústers de la industria automotriz, algo que ya había contemplado la Secretaría de Desarrollo Económico con inversionistas chinos, pero cuyas negociaciones se han visto frenadas por ahora debido a la contingencia sanitaria desatada por el Covid-19.