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Alfonso Romo, involucrado en explotación del agua en el paraíso maya

Para la expansión de sus operaciones, la empresa intervino áreas de la selva maya y comprometió el hábitat y su fauna.

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Para la expansión de sus operaciones, la empresa intervino áreas de la selva maya y comprometió el hábitat y su fauna.

Por: Grupo Zócalo Ciudad de México.- El actual jefe de la oficina de la Presidencia de México fundó la empresa Enerall en 2007, un megaproyecto que en los últimos 10 aí±os obtuvo concesiones para explotar la mayor cantidad de agua subterránea para uso agrí­cola en la Pení­nsula de Yucatán. Un daí±o ambiental en la Pení­nsula de Yucatán llevó a la Procuradurí­a Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a investigar en abril del 2018 un megaproyecto de biotecnologí­a fundado por Alfonso Romo Garza, actual jefe de gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador. Los inspectores encontraron un cenote de 5 mil 500 metros cuadrados que fue tapado con tierra, rocas y despalme y convertido en solo fango. Pese a esos hallazgos, la Profepa no remitió el caso al Ministerio Público para que investigara si los hechos habí­an configurado un delito ambiental. La responsable de los hechos se llama Enerall, una empresa asentada sobre la reserva de agua dulce más importante del paí­s. Fue fundada en 2007 y una década después, mediante un esquema de acumulación de territorio con el que reunió casi 15 mil 000 hectáreas, se convirtió en la mayor explotadora de agua subterránea para uso agrí­cola de la Pení­nsula de Yucatán y la tercera en todo el paí­s. Para la expansión de sus operaciones, la empresa intervino áreas de la selva maya y comprometió el hábitat y la fauna asentada en esas zonas. En las Manifestaciones de Impacto Ambiental (MIA) que le fueron aprobadas, Enerall contempla la ejecución de 11 medidas para mitigar daí±os medioambientales. Actualmente se desconoce cómo las implementaron y los resultados. Profepa no ha practicado auditorí­as para verificar el cumplimiento de esas disposiciones y Conagua tampoco ha realizado evaluaciones para analizar la calidad del agua en los predios de la empresa. El cenote, de hecho, fue tapado a pesar de que en las MIA Enerall habí­a aceptado preservar esos cuerpos de agua y de que carecí­a de permisos para intervenir el que fue destruido, según la averiguación de Profepa, que cerró el expediente con la aplicación de una multa y con una clausura temporal del rancho donde se encontraba el reservorio daí±ado. Así­ lo revela una investigación que se desarrolló en alianza con la plataforma latinoamericana de periodismo CONNECTAS, Aristegui Noticias, Proceso, Ruido en la Red, Univision, Vice en Espaí±ol y el apoyo del International Center for Journalists (ICFJ). El trabajo implicó la formulación de más de 1,500 solicitudes de información a través de la Ley de Transparencia, la obtención de más de 1,000 documentos de la empresa y sus operaciones, así­ como el análisis de más de 147 mil datos del Registro Público de Derechos del Agua (REPDA) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Los datos obtenidos muestran cómo la rápida expansión convirtió a Romo Garza, a través de Enerall, en un cacique del agua en territorio maya. La compaí±í­a necesita grandes cantidades del lí­quido para cumplir la visión de su fundador de convertir en fértiles suelos improductivos por ser pedregosos. El objetivo es acelerar el ciclo de la naturaleza dos siglos, como ha explicado el propio Romo, ingeniero agrónomo de 69 aí±os. “Si ustedes van de Cancún en carro a Mérida, no hay nada. Bueno, pero toda esta zona está asentada en agua. ¿Qué hicimos? Lo van a ver. Usando tecnologí­a de punta, mexicana, de microorganismos, estamos convirtiendo suelos de improductivos en productivos. Lo que la naturaleza hace en 200 aí±os, lo estamos haciendo en un aí±o”, dijo a un grupo de emprendedores en marzo de 2017 durante un foro de la revista Forbes. Este no ha sido el único proyecto de tecnologí­as genética aplicadas en el que ha estado involucrado el jefe de gabinete. Romo fue el inversor principal de Synthetic Genomics, una firma dedicada a la biologí­a sintética liderada por Craig Venter, el cientí­fico que completó el mapa del genoma humano. Además, aí±os atrás, fundó Séminis, una compaí±í­a que fue adquirida por Monsanto, una de las principales fabricantes de semillas transgénicas del mundo. La tecnologí­a empleada para lograr los objetivos en Yucatán se basa, entre sus componentes fundamentales, en el uso de un sistema que extrae agua del subsuelo para regar las tierras 270 dí­as al aí±o a través de 60 pozos y 30 pivotes, cada uno de los cuales se mantiene activo durante 7 horas diarias, de acuerdo con una descripción remitida por la empresa a la Profepa y los expedientes de Conagua. La información interna de Enerall contenida en el expediente de Profepa también seí±ala que puede producir 12,000 toneladas de graneles en un área de tan solo 1,800 hectáreas en el ciclo otoí±o-invierno. En una nota de prensa publicada en noviembre de 2017 por Cargill, multinacional estadounidense con la que Enerall tiene una alianza comercial, se seí±alaba que la producción de la empresa fundada por Romo serí­a la principal fuente para alimentar una planta de almacenamiento de granos inaugurada entonces con 50,000 toneladas de capacidad y proyectada para llegar a los 130,000 en el futuro. El detalle de a cuánto ascendí­a la productividad de Enerall, sin embargo, no se aclaraba en el comunicado. El agua del acuí­fero de la Pení­nsula de Yucatán, del cual Enerall ha logrado servirse como ningún otro particular, es clave para la zona. Aunque el acuí­fero cuenta todaví­a con recursos masivos, en la última década ha visto desplomarse en casi 50 por ciento su disponibilidad media anual. El hecho ha coincidido, entre otros factores, con el salto en el otorgamiento de permisos para explotar el acuí­fero en los últimos 10 aí±os, como evidencian los propios datos de Conagua. El retroceso en la disponibilidad de agua ha provocado malestar entre productores mayas, quienes a partir de 2016, según la Conagua, padecen registros históricos de sequí­a extrema: coinciden en que sus pozos están secos o descienden de nivel por culpa de quienes riegan sin parar. dfddf Los cenotes, semejantes a grandes pozos, se alimentan de agua a través de las conexiones subterráneas que se extienden por la región. Representan la única fuente de abastecimiento y eran considerados sagrados por los ancestros mayas. Tizimí­n es la localidad que reúne la mayor cantidad de cenotes en el paí­s, con 369 de 3,001, y fue allí­ donde Enerall fue acusada de daí±ar uno en el Rancho Asideros. Cuando se dio la batalla legal con la Profepa por azolvar el cenote, en abril de 2018, Romo Garza lideraba el Grupo Plenus del cual Enerall es subsidiaria y, en esas mismas fechas, era coordinador de la campaí±a presidencial de López Obrador, para entonces ya el favorito en las encuestas. También estuvo al frente del equipo que redactó las bases económicas del Proyecto de Nación del actual gobierno, y que contempla obras en el sureste mexicano, como la construcción del Tren Maya, que tendrá una estación a sólo 50 kilómetros de Enerall, y de la cual ya se lanzaron las bases de la primera licitación. Romo abandonó Grupo Plenus en noviembre de 2018, según su declaración patrimonial, para convertirse en el Jefe de la Oficina de la Presidencia. El Registro Público de la Propiedad de la Secretarí­a de Economí­a refiere que uno de los socios activos de la empresa es Gustavo Romo Garza, hermano del jefe del Gabinete. Sin embargo, al ser un sistema declarativo y no constitutivo, la empresa pudo tener más movimientos, aunque aún no son reflejados. Alfonso Romo Garza tiene una larga trayectoria como hombre de negocios, pero también supo relacionarse con el poder. Mantuvo relación estrecha con los expresidentes Carlos Salinas de Gortari y Vicente Fox. Sin embargo, con López Obrador se lanzó como funcionario público. Su historial en Yucatán no representó motivo alguno para que el actual presidente mexicano lo alejara de su entorno. dfdf López Obrador en su plan de gobierno propuso crear conciencia sobre el uso racional de las aguas y en discursos insistió en que será inflexible en castigar los delitos ambientales: “El que daí±a el medio ambiente es castigado”. El poder de Romo Garza como mano derecha de López Obrador se afirmó el aí±o pasado, luego de ganar su primer round polí­tico contra el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quien renunció al gabinete el 9 de julio de 2019. Urzúa lo acusó de tener un potencial conflicto de interés por intentar infiltrar las secretarí­as económicas con funcionarios afines a sus intereses de negocios, lo que Romo negó. Aquella maí±ana, mientras los mexicanos se enteraban de la noticia, Romo estaba reunido con el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal, hablando de nuevas inversiones en ese estado. El pasado 29 de enero del 2020 también fue nombrado coordinador del gabinete de Fomento, Inversiones y el Crecimiento Económico en el contexto del Acuerdo Comercial T-MEC entre México, Estados Unidos y Canadá. Al cierre de edición, ni el jefe de Oficina de Presidencia, Alfonso Romo, ni la representante legal de Enerall, Katia Aguiar, respondieron a los cuestionarios y las solicitudes de entrevista que se les proporcionaron con anticipación. La secretaria particular del jefe de gabinete, Regina Sada, recibió las preguntas sobre el caso y las solicitudes telefónicamente. A su vez, se tuvo contacto directo con la abogada Aguiar, quien respondió a tí­tulo personal ví­a correo electrónico que inferí­a de las preguntas presentadas “información no actualizada e imprecisa”. En un principio seí±aló que el plazo inicial ofrecido para contestar no era suficiente para cumplir los procesos internos para dar una respuesta. Al finalizar la prórroga concedida, apenas afirmó que comenzarí­a a realizar la gestión sin ofrecer precisión sobre fechas. Preguntas formuladas por escrito igualmente fueron remitidas al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero no fueron contestadas pese a que se canalizaron personalmente a través de su jefe de prensa, Jesús Ramí­rez. Del mismo modo, ni el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ví­ctor Toledo, ni el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Ví­ctor Villalobos, respondieron las consultas presentadas. Agua y expansión Romo no eligió el paraí­so maya por casualidad sino por las caracterí­sticas del área que representaron para él un diamante en bruto. Caminar en Tizimí­n es como hacerlo sobre un gigantesco queso gruyere. El suelo posee miles de conductos que permiten que la lluvia penetre rápidamente en el subsuelo y que los acuí­feros subterráneos se recarguen. Ese rasgo es común en la región y ello hace que bajo los suelos de la Pení­nsula de Yucatán se resguarden dos terceras partes del agua renovable del paí­s, de acuerdo con el Atlas de Agua en México publicado en 2018 por Conagua. El volumen que Enerall puede explotar en un aí±o podrí­a ser envasado en 8,400 millones de botellas de dos litros, y también serí­a suficiente para llenar casi 17 veces el Estadio Azteca, el segundo más grande de América Latina. Son 16.81 millones de metros cúbicos cada 12 meses y 168 millones asegurados por una década, según datos analizados del periodo 2012 al 2019 que fueron obtenidos del sistema de REPDA de la Conagua y contrastados con las versiones públicas de los expedientes de los tí­tulos de Conagua obtenidos ví­a la Ley de Transparencia. Tal cantidad coloca a Enerall no solo como la mayor explotadora de agua subterránea para uso agrí­cola en Yucatán sino como la tercera en una lista de las 10 mayores beneficiarias de ese tipo de suministro en el paí­s. A esa conclusión se llegó tras identificar la decena de empresas que, según el REDPA, cuentan con los permisos para utilizarla mayor cantidad de agua subterránea para fines agrí­colas y de realizar una búsqueda para hallar predios adicionales vinculados a sus razones sociales. A pesar de la importancia de Enerall como concesionaria, Conagua nunca ha realizado evaluación alguna sobre la calidad del agua en los pozos de la empresa. El organismo ha realizado 755 análisis en Tizimí­n sin precisar el periodo, pero ninguna a Enerall, empresa que ha sido visitada solo en tres ocasiones pero por razones exclusivamente administrativas. Enerall es beneficiaria de 23 tí­tulos para la explotación de aguas que le fueron otorgados entre 2012 y 2018. Al menos 14 de ellos se encuentran a su nombre y los otros 9 le fueron cedidos por terceros a través de la compra de terrenos. Toda esta agua se obtuvo de forma gratuita a través de la Ley de Aguas Nacionales que no emite cobros cuando se destina a la agricultura. Si la acumulación de concesiones de agua le permitió dar a Enerall un salto gigantesco, la compra de tierras no fue diferente. A lo largo de una década, a través de las filiales Enerall S. A. P. I., Enerall Terra 1 y Enerall Terra 2, adquirió 47 predios para instalar allí­ su megaproyecto. Compró alrededor de 15,000 hectáreas por más de 255 millones de pesos (alrededor de 13 millones de dólares) en movimientos registrados entre 2011 y 2018, según lo asientan escrituras obtenidas del Registro Público de la Propiedad de Yucatán. Al menos 41 de estos predios se encuentran hipotecados como garantí­a de préstamos solicitados para la compra de más tierras, maquinaria y mejoramiento de suelos. Seis de estos fueron hipotecados con Agronegocios Laad, una organización que otorga préstamos a empresas agroindustriales que venden sus productos en mercados internacionales. Según los últimos documentos del Registro Público de la Propiedad asentados en 2017, Alfonso Romo aparece como garante hipotecario de este financiamiento en una operación de 37 millones de pesos (2 millones dedólares), situación que no publicó en su declaración patrimonial y de intereses ante la Secretarí­a de la Función Pública. Consultado al respecto, Laad seí±aló que, por ser una entidad financiera regulada por la Ley de Protección de Datos Personales, debí­an guardar la confidencialidad sobre Enerall. Otros 26 predios fueron hipotecados por 444 millones de pesos (casi 24 millones de dólares) con Cargill, que entre sus múltiples negocios compra cosechas en América Latina para después venderlas en el extranjero. En el comunicado de prensa en la que anunció la inauguración de la planta granelera en 2017, la multinacional estadounidense afirmó que Enerall rehabilita con tecnologí­a propia tierras que han sido usadas para la ganaderí­a y agricultura extensiva. En el texto además citan un discurso de Romo en el que afirma que la planta tendrá un efecto transformador para los productores locales. Consultada sobre las propiedades hipotecadas, Cargill no aportó información: “Nuestras polí­ticas no nos permiten profundizar en especificaciones que requieren aprobación previa de nuestras contrapartes en los contratos”. Sin embargo, la multinacional envió las respuestas a un cuestionario que le fue remitido en el que aclaró otros aspectos de su vinculación con la empresa fundada por Romo. En el texto se afirma que Cargill no tiene relación accionaria ni de inversiones con Enerall, aunque sí­ le dio financiamiento para construir planta de almacenamiento de granos, la cual es operada por la multinacional estadounidense. Además mantiene en el presente un acuerdo de comercialización de los graneles producidos por Enerall. Sobre el caso del cenote destruido, Cargill precisó lo siguiente: “Confiamos en las autoridades mexicanas que atienden la materia. Lo que sí­ queremos reiterar es que en Cargill trabajamos con estricto apego a las leyes de los paí­ses donde tenemos presencia (…) En Cargill trabajamos por proteger al planeta y sabemos que las empresas jugamos un papel importante en el avance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que apuntan a abordar el cambio climático mediante la gestión sostenible de los bosques, el combate a la desertificación y degradación de la tierra, y a detener la pérdida de biodiversidad”. En esa lí­nea seí±alaron que están tomando medidas para “manejar nuestros recursos hí­dricos de manera eficiente, conservando el agua, mejorando la calidad y asegurando el acceso a agua limpia en las comunidades donde operamos”. Una de las medidas clave que seí±alan es la de minimizar el uso de agua en la agricultura, particularmente en áreas donde hay escasez del lí­quido. Daí±os ambientales Denominados dzonoot en maya, cuyo significado es “hoyo con agua”, los cenotes son centrales para la flora, la fauna y los pobladores de la Pení­nsula de Yucatán. Por eso, el cenote tapado es para los indí­genas de Tizimí­n, la punta del iceberg de las afectaciones ambientales provocadas por la expansión de la empresa. Ningún particular habí­a rellenado un cenote en Yucatán desde el aí±o 2000, según las pesquisas de la Profepa, hasta que el 11 de abril del 2018 se abrió el expediente administrativo PFPA/37.3/2C.27.5/00018-18 contra Enerall por esa razón, según los documentos del caso obtenidos ví­a la Ley de Transparencia. “Mediante el uso de maquinaria pesada, se le ha dispuesto piedras, tierra y restos de vegetación con el fin de rellenarlo”, indica el acta con la que se inició el proceso. Los restos de vegetación procedieron del arrasamiento de la “cortina arbolada” que rodeaba el cenote, según se concluyó en la inspección. Luego de eso se indica que fueron depositadas piedras. Una fotografí­a publicada por el Diario de Yucatán, no integrada en el expediente, muestra un camión de carga presuntamente Enerall lanzando los restos. Tras el hecho, el 19 de abril de 2018, la Profepa informó en un comunicado que clausuraron de manera “total temporal” el Rancho Asideros. Acotaron que infringió la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) y el artí­culo 420 Bis del Código Penal Federal. Los abogados de Enerall alegaron que la inspección era ilegal, que el área afectada no era un cenote y que la clausura afectarí­a la economí­a tizimeí±a. El 23 de abril la Profepa levantó la clausura al rancho con una extensión de más de 3,549.6 hectáreas. Sólo se impuso la clausura al cenote. Para comprobar los daí±os la Profepa solicitó en mayo de 2018 las opiniones técnicas de la entonces Secretarí­a de Desarrollo Sustentable y Ambiental de Yucatán (Seduma) ahora Secretarí­a de Desarrollo Sustentable (SDS), el Departamento de Ecologí­a Tropical de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) y de la Unidad de Ciencias del Agua del Centro de Investigación Cientí­fica de Yucatán (CICY). Contrario a los dichos de los abogados de Enerall, la CICY y la UADY concluyeron que se trataba de un cenote de paredes verticales de 12 metros de profundidad. De igual modo, se encontró que hasta 2014 tení­a caracterí­sticas de estos cuerpos de agua, según las tomas satelitales. El Departamento de Manejo de Sistemas Kársticos de la otrora Seduma no sólo dictaminó que hubo daí±os al cenote, sino deforestación de especies de árboles como el chaká, el jabí­n, el yaxché, el koopó y el tsalam, así­ como contaminación del agua por fertilizantes y pesticidas. “El cenote recibe escorrentí­as originadas por el riego, lo cual origina que también se depositen sustancias quí­micas utilizadas en los cultivos”. A eso se suma la “evidencia de exterminio” de tortuga caja amarilla (terrapene mexicana), endémicas de Yucatán, sujeta a protección especial por la vulnerabilidad de sus poblaciones, así­ como de tortuga mojina (rhinoclemmys areolata), en categorí­a de amenazada, según la Norma Oficial Mexicana de la Semarnat. “Perecieron a causa de dicho depósito”, menciona la opinión técnica. El 27 de agosto de 2018 la Profepa resolvió que Enerall Terra 2 SAPI habí­a infringido el artí­culo 28 de la LGEEPA “por realizar la afectación, relleno y modificación a cuerpo de agua nacional mediante disposición directa de piedra, tierra y residuos de árboles, sin acreditar contar con la autorización en materia de impacto ambiental”. Reportaje realizado por Aristegui Noticias.
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