WhatsApp
Pronostico del tiempo
Puentes Internacionales
Twitter
Instagram
YouTube
Facebook

+

‘El pueblo está muerto de miedo’; suman 22 fallecidos en Villa Unión

Nadie acude a misa, hay negociaciones cerradas, la mayoría de los policías no acudió a laborar el domingo... Así es el ambiente en Villa Unión.

  • 290

Nadie acude a misa, hay negociaciones cerradas, la mayorí­a de los policí­as no acudió a laborar el domingo... Así­ es el ambiente en Villa Unión.

Por: Redacción

Villa Unión.- En Villa Unión las huellas de la violencia extrema sufrida la ví­spera dominan el escenario. Las marcas no solo se pueden apreciar en las viviendas rafagueadas, los restos de los vehí­culos incendiados, sino también en lo más profundo de los ciudadanos. Tienen miedo, realmente mucho miedo. Las versiones de que siete de los 10 policí­as preventivos decidieron desertar se eclipsan por los testimonios de los pocos ciudadanos que se pueden encontrar en esas calles semidesiertas. A las 10 de la maí±ana del domingo, sonaron las campanas del Templo del Santo Nií±o de los Peyotes, en Villa Unión, Coahuila. Después de los tres llamados de costumbre, la iglesia seguí­a vací­a. Nadie acudió a misa. Los habitantes seguí­an en pánico y no salieron de sus casas. El Santuario del milagroso Nií±o, tallado en madera y que data de finales del siglo 17, está junto al edificio de la Presidencia Municipal, que el sábado fue baleada por un comando armado, donde murieron los dos primeros civiles ví­ctimas del ataque. En la plaza principal solo hubo tres puestos de comida abiertos en todo el dí­a. Uno de los encargados dice que el pueblo está muerto de miedo, que no lo reconoce. Porque ahí­, cada domingo, llegan los texanos a comer esquite y enchiladas, llenando las tardes de alegrí­a. La última actualización de cifras oficiales arroja 16 delincuentes abatidos, 4 elementos de seguridad y dos civiles fallecidos, 5 menores rescatados, 6 elementos heridos y 25 vehí­culos decomisados.

“Aquí­ se llena de gente a esta hora, ya cuando cae el sol, está lleno, hay mucha gente en la plaza, los nií±os, los texanos, las muchachas, es una convivencia bien bonita”, comenta el dueí±o de un puesto de hamburguesas, que dice estar ahí­, con los nervios y el corazón palpitando.

El encargado de los esquites, junto al puesto de hamburguesas, está nervioso: desde el 2012 no veí­a las calles del municipio tan vací­as y cualquier auto circulando a alta velocidad lo hace saltar de su silla e intentar protegerse, por el miedo de que las balaceras vuelvan. “¡Sentimos terror!”, fue la primera expresión que soltó un poblador de este municipio al encontrarse en una calle que conecta a Santa Mónica con el convoy de entre 30 y 40 camionetas de civiles armados al llegar a Villa Unión. í‰l se desplazaba con tres de sus cinco hijos cuando los civiles armados lo frenaron, le obligaron a salir del camino y se refugió en un negocio de abarrotes. Eran minutos antes del mediodí­a del sábado. “Me los topé de frente, mira, me di cuenta cuando vení­an entrando como 30 o 40 camionetas con mucha gente a bordo, todas equipadas y me tocó porque le digo me los topé de frente cuando entraban de Santa Mónica”, afirmó el habitante de este municipio. El encargado de los esquites, junto al puesto de hamburguesas, está nervioso. Desde 2012 no veí­a las calles del municipio tan vací­as. Y cualquier auto circulando con alta velocidad, lo hacen saltar de su silla e intentar protegerse, por el miedo de que las balaceras vuelvan. Porque Villa Unión, desde antes de entrar a sus calles, da miedo. A unos cuantos kilómetros de la entrada con arcos y grandes letras, hay una seí±alización de “No Rebase”, con un agujero de bala. Y una vez en sus calles, parece un pueblo fantasma. El miedo huele a pólvora A las 6 de la tarde, nadie en las calles. Un par de autos se atreví­an a circular. A las pocas tiendas abiertas se ingresaba tocando y desde dentro abrí­an. Y la Presidencia Municipal, resguardada solo por elementos del Ejército, seguí­a con la luz encendida, sin nadie adentro, con los vidrios rotos todaví­a en el suelo. El miedo olí­a a pólvora quemada y se escuchaba crujiendo en diminutos pedazos, que rompieron la tranquilidad de una comunidad de poco más de 6 mil habitantes. Nadie sabí­a la ubicación de la alcaldesa Narcedalia Padrón Ramos. Tampoco de los cuatro policí­as municipales, que dicen, ni siquiera son de ese municipio, porque nadie quiere ser oficial de la corporación. Otro enfrentamiento Conforme pasaban los minutos y la noche se apoderaba de Villa Unión, el temor de otro enfrentamiento se asomaba como un fantasma sigiloso. Los comerciantes lo presentí­an. Y a las 8 de la noche, el miedo volvió y con él, el recuerdo de la balacera. Un par de disparos que se escucharon a lo lejos, hicieron correr a los que se atrevieron a ir a la plaza. Luego el cerrar de puertas, apagar focos y patrullas despavoridas acercándose a la Presidencia. Un convoy de elementos policiacos rodeó la plaza y desalojaron los puestos. Fuertes golpes al interior del edificio. Más vidrios romperse. Subieron a alguien a la fuerza a una de las siete patrullas y permanecieron custodiando la calle Hidalgo. Temí­an otro ataque, luego de conocer presuntos hechos violentos en el municipio de Allende. Así­ terminó el segundo dí­a de miedo en Villa Unión, a las 9 de la noche, envolviendo sus calles en la espesa penumbra de pánico y la indefensión. Pecho tierra El exalcalde de Villa Unión, Mario Humberto González Vela, declaró que él y su familia permanecieron pecho tierra en su domicilio cuando los estruendos alertaron por la llegada del comando armado del cártel del Noreste, así­ como el enfrentamiento con las fuerzas estatales y federales.

“Ya no alcanzamos a salir, estuvimos muchos minutos pecho tierra. Antes de salir vimos todo el movimiento de camionetas con gente armada y decidimos ya no salir, eran alrededor de 20 camionetas, no pasaron ni cinco minutos y empiezan a oí­rse las detonaciones y nos tiramos al suelo todos, nos retiramos de las ventanas y nos resguardamos”, narró.
González Vela abundó que acababa de llegar a su casa, que se ubica una cuadra a espaldas de la Presidencia Municipal, y se preparaba para salir a un sepelio cuando escuchó los disparos. Indicó que las ráfagas de balas se escucharon por una hora y media, lo cual, apuntó, se les hizo una eternidad.
Publicación anterior Mujer se quita la vida en Villas del Carmen
Siguiente publicación Hombre muere en volcadura en la carretera 57
Entradas relacionadas
Comentarios
  TV en Vivo ;