
Jorge Méndez falleció el pasado martes a las 22:30 horas a la edad de 92 aí±os.
Por: Francisco Vargas M.
Aguascalientes.-Â Nuevamente un crespón negro en seí±al de luto cuelga en la fiesta brava, por el lamentable fallecimiento del ex-novillero, mozo de espadas y reconocido sastre taurino, don Jorge Méndez García âNacionalâ; quien falleció el pasado martes a las 22:30 horas a la edad de 92 aí±os.
Don Jorge Méndez García quien nació en esta ciudad capital de Aguascalientes el 8 de octubre de 1927, fue hijo de don Juan Méndez Rodríguez y doí±a Leonor García Durán, matrimonio que tuvieron una familia numerosa, entre ellos el también reconocido taurino Roberto Méndez âEl Bachillerâ, que en paz descansa.
La afición a la fiesta brava de don Jorge Méndez la tuvo desde la juventud, creciendo más cuando a la edad de 15 aí±os asistió a una corrida y vio la gravísima cornada que sufrió el banderillero Alfredo Aguilar (q.e.p.d), tanto fue el impacto que inmediatamente se fue al sanatorio donde fue atendido y posteriormente en los días de su convalecencia estuvo siempre al lado de el, naciendo en ellos una enorme amistad; siendo precisamente el quien le enseí±ó abc del toreo y de esta manera comenzar con el deseo de ser torero, actuando en varias novilladas en el interior de la república e incluso en algunas de ellas actuando como subalterno de a pie para ayudar a novilleros de su tiempo que estaba también en la lucha, como el estimado don Javier Medina âPitoneroâ, quien también fue otro de sus grandes amigos.
Otra de las aficiones de don Jorge Méndez fue el boxeo deporte en el cual también participó de buena manera.
Posteriormente en los aí±os 70âs, cuando vivía en el interior 5 de la Privada Primo Verdad, su oficio que ejercía era la sastrería, siendo sus primeros trabajos de sastrería taurina cuando don José Guadalupe Sánchez âJoseleteâ quien vivía en la misma privada pero en el interior 8, le mandó a hacer trajes cortos para sus hijos Ricardo y Luis Fernando Sánchez, siendo ellos en ese tiempo novilleros.
Por su calidad de confección en la hechura de los trajes cortos fue ganando gran prestigio y reconocimiento, prueba de ello que aficionados prácticos, novilleros y matadores de toros no sólo de Aguascalientes sino del interior de la republica le mandaban hacer ropa de torear, como también composturas de las mismas, dedicándose más tarde a la elaboración de capotes y muletas, mismas que utilizaron incluso figuras del toreo.
A petición de varios novilleros también fue mozo de espadas, entre ellos de David âChatoâ Bonilla, a quien le estuvo sirviéndole las espadas durante mucho tiempo e incluso ya como matador de tiempo, viviendo tardes imborrables como aquella en que David Bonilla se quedó sólo en la Plaza México para estoquear cinco novillos de la ganadería de âLa Providenciaâ, al resultar heridos sus compaí±eros de cartel Rafael Carmona y Carlos Vidal por el novillo âFeliz Aí±oâ, segundo del festejo.
Otra de sus especialidades en la sastrería además de confeccionar trajes de tres piezas, pantalones y ropa en general, fue el zurcido invisible, que lo hacía de manera única en esta ciudad.
Mención especial fue el gran gusto que tuvo por la música, prueba de ello que en sus tiempos libres en su taller de sastrería que tenía en su propio domicilio particular, en cuyas paredes estaban colgados sus fotografías y recuerdos de torero, gustaba por cantar y tocar el violín, más cuando los visitaban sus amigos y taurinos.
Así mismo fue miembro honorario del Centro Taurino Seda y Oro de esta ciudad, donde en cada sesión de todos los miércoles daba sus acertados comentarios como también compartía con alegría sus anécdotas.
El cuerpo de don Jorge Méndez fue velado en la Funeraria âLa Gloriaâ de esta ciudad y la Misa de Cuerpo Presente se celebró en la capilla de la propia funeraria, siendo posteriormente cremado.
Desde este espacio enviamos nuestras más sinceras condolencias a su querida esposa y gran maestra Alicia Martínez Rendón âDoí±a Lichitaâ, a sus hijas Sara Alicia y Leonor Elena Méndez Martínez; así como también a sus nietos Jorge, Paloma, y a toda su familia.
Mucho lo extraí±aré don Jorge, en mi mente se quedan tatuados grandes y bellos recuerdos, como sus amenas pláticas del apasionante mundo de los toros, sus enseí±anzas cuando en su momento quise ser torero, y sobre todo sus consejos, la enorme amistad, afecto y carií±o que siempre mostró en vida tanto a mi familia como a mí. ¡Descanse en Paz Querido Amigo y Maestro!