
La cantante dice que no demandaría por difamación porque no quiere perder el tiempo.
Por Agencia Reforma
Ciudad de México.- Lucero niega haber formado parte de un catálogo en el que, presuntamente, se ofrecía a los talentos como servicios sexuales para empresarios y publicistas.
âNo conozco a ninguna persona en el mundo que tenga en sus manos o haya visto un catálogo de Televisa. Es una leyenda urbana como tantas que ha habido de otras figurasâ, dijo Lucero en conferencia de prensa.
Luego de que el periodista Jorge Carbajal difundió en su programa En Shock, una imagen en la que se le describe como âvirgenâ y se le vende por casi 2 millones de dólares a cambio de pasar la noche con ella, Lucero aseguró que le dan coraje.
La llamada Novia de América opinó que es un chisme de cuarta y que no demandaría porque no vale la pena perder su tiempo.
âQué coraje y qué flojera que estén hablando de una tontería tan grande porque nunca me he dedicado a nada que no sea trabajar en lo que sé hacer.
âNo me he dedicado a las drogas, la prostitución, ni el alcohol. Nunca me ha gustado hacer algo que me pueda avergonzar ni avergonzar a mis hijosâ, sostuvo.
Admitió que a través del tiempo se ha topado con gente que quiere daí±ar su reputación, pero el público sabe quién es ella.
âHay una confianza de muchísimos aí±os, hay varios documentos que avalan una trayectoria, una vida, un estilo, una personalidadâ, seí±aló.
La intérprete de temas como Me Deshice de tu Amor consideró que hoy en día se pueden falsificar documentos absurdos y que, por tal razón, no acudirá con abogados haciendo caso a una âtontada que es como de vecindadâ.
Noticias, chismes o rumores de este tipo, no afectan en lo emocional ni psicológico a sus hijos José Manuel y Lucero, pues ambos saben quién es su madre y conocen de su carrera y su personalidad.
âYo los eduqué con mi esencia y valores. Además, ellos saben que en redes sociales e internet se difunden cosas que son falsas y que afectan a los famosos. Están en una edad que entienden muy bien que hay cucarachas por todas partes, y simplemente hay que evitarlasâ, concluyó.