Sumando los problemas, la tristeza, el dolor en su cuerpo, la necesidad de recursos económicos y la desesperación, Armandina supo mantenerse cada día fuerte y confiada
Por: Amanda Morales
Piedras Negras.-Armandina Herrera Carrizales, de 58 aí±os, es una ejemplar madre y guerrera que logró vencer al cáncer cuatro veces tras una larga lucha de 16 aí±os, momentos bochornosos y amargos para toda su familia, que la apoyaron incondicionalmente, aunque su esposo, Guadalupe Pérez y quien padecía diabetes, falleció repentinamente tras acompaí±arla sólo en sus primeros dos aí±os de batalla.
Fue el 15 de octubre del 2003 cuando por primera vez fue intervenida quirúrgicamente para extraerle un tumor del seno izquierdo, siete aí±os más tarde del seno derecho, y hace cinco aí±os su matriz y ovarios le fueron retirados, siendo el cáncer más reciente del que fue diagnosticada.
Y aunque se iban sumando los problemas, la tristeza, el dolor en su cuerpo, la necesidad de recursos económicos y la desesperación, Armandina supo mantenerse cada día fuerte y confiada, ya que para ella no era una opción dejar huérfanos a sus hijos Liliana, Carlos y Guadalupe Pérez, que en aquel entonces tenían 9, 17 y 20 aí±os de edad, respectivamente.
Pero a pesar de la muerte de su esposo la familia Pérez Herrera no quedó desamparada, pues los vecinos comenzaron a ayudar con distintas actividades, sus hijos, aunque poco, lograban aportar mediante sus trabajos, y aunque no les alcanzaba para comprar las bebidas y alimentos especiales que ella necesitaba, todo cambió cuando acudió al Grupo de Apoyo a Personas con Cáncer, donde además la ayuda psicológica que le ofrecieron ahí fue determinante.
Con lágrimas en los ojos, Armandina agradeció a Dios, a sus hijos y al grupo, al recordar cada experiencia, cada dificultad que superó y que ninguna de ellas fue motivo para desvanecerse, es por ello que exhortó a todos los enfermos de cáncer a nunca rendirse en cada fase del tratamiento, por más exhausto y largo que parezca, pero sobre todo aferrarse a las ganas de vivir sin dudar a perder.