Versiones aseguraron que los afectados serían 50, de los que 20 sufrieron heridas y 30 golpes.
Por AgenciasÂ
Monterrey, NL.- El Penal del Topo Chico está convertido, junto con la cacería en contra del exgobernador Rodrigo Medina y su séquito, en el tema medular de la Administración de Jaime Rodríguez Calderón. En ambos hasta el momento, lleva las de perder.
A diferencia del discurso inicial del âBroncoâ, donde con un tono directo y sin tapujos seí±alaba los errores de los gobiernos âtradicionalesâ y con el cual logró conquistar el voto de los neolonenses como el primer gobernador independiente del país, ahora, se suma al discruso de âtodo está bien y bajo controlâ.
Ayer, durante otro operativo sorpresa en el âTopoâ, donde intervinieron agentes de Fuerza Civil, 21 de estos resultaron lesionados por los internos en una emboscada.
De los lesionados sólo dos requirieron atención especializada y los otros 19 fueron valorados, atendidos y dados de alta de inmediato.
La agresión, se informó, ocurrió casi al terminar la revisión en el Ambulatorio Delta, donde hay internos de alta peligrosidad.
Testigos y vecinos del sector dijeron que se escucharon tres disparos y minutos después arribaron unos 100 policías.
En semanas recientes, el Mandatario estatal lanzó un ultimátum a quienes encabezan los esfuerzos en materia de seguridad, para brindar resultados efectivos, porque en diciembre solicitará cuentas o bien renuncias.
La estrategia ha ejercido presión, en especial en el general Cuauhtémoc Antúnez, secretario de Seguridad Pública, pero debería ejercerla sobre el mismo Rodríguez Calderón, quien desde que asumió la Gubernatura en octubre de 2015, ha visto al Topo Chico convertirse en un âpolvorínâ, del que células del crimen organizado se reparten el control, aunque la autoridad lo niegue reiteradamente.
Imperan los motines
Un total de seis rií±as o motines se han registrado en los centros penitenciarios de Nuevo León en los primeros 13 meses del gobierno de Jaime Rodríguez Calderón.
La violencia en los reclusorios de Nuevo León es una constante, con promedio de una reyerta o motín cada 60 días.
De acuerdo con reportes periodísticos, los penales de Cadereyta, Apodaca y del Topo Chico han sido escenario de peleas, rií±as, motines e incluso masacres de internos.
Un análisis reveló que durante octubre de 2015 al 2 de noviembre de este 2016, se han registrado un total de 55 reos fallecidos, así como decenas de lesionados.
El hecho más grave ocurrió el 10 de febrero, cuando 49 convictos murieron en el penal de Apodaca, en una masacre sin precedentes en los penales estatales.
A partir de este incidente, el Gobierno de Jaime Rodríguez insistió en la implementación de diversas acciones para contener la violencia al interior de los centros penitenciaros, sin mucho éxito.
También, en estos 13 meses de la Administración estatal se efectuaron cinco cateos en los tres penales, en los que se aseguró droga, dinero y celulares.
Ante la reincidencia de hechos violentos, âEl Broncoâ declaró el 26 de mayo que los penales estaban bajo el control del Estado.
No obstante, tan sólo cinco días después un nuevo motín en el penal del Topo Chico dejó como saldo tres personas muertas y 19 lesionados.
La situación se torna preocupante porque a partir del 1 de junio se registró en promedio un hecho violento casi cada mes: uno en julio, y otros más en septiembre y octubre, y el último este miércoles.
Insisten en el orden
Tras la agresión durante el operativo, el secretario General de Gobierno, Manuel González, aseguró que el Estado mantiene el control del centro penitenciario.
Sin precisar el número de policías lesionados, el funcionario confirmó que hubo algunos descalabrados con piedras y otros quedaron sólo con rasguí±os.
González sostuvo que la agresión contra los elementos de Fuerza Civil ocurrió porque los internos pensaron que habría un traslado a otros penales, cuando sólo era una revisión para mantener el orden al interior del Topo Chico.
âHubo una revisión en la maí±ana, temprano, y ellos (los internos) consideraron que se trataba de la posibilidad de un traslado de reos, lo cual no era cierto, era sólo una revisiónâ, expresó el funcionario.
Autogobierno
Las inversión de 58 millones de pesos para nuevas adecuaciones en el penal del Topo Chico sólo será un âmejoralitoâ para terminar con el autogobierno del crimen organizado que ha dejado a su paso un total de 179 reos muertos en los últimos cuatro aí±os.
Incluso, la construcción del Penal de Mina tampoco acabará con la sobrepoblación.
Un informe de la Secretaría de Seguridad Pública de Nuevo León revela que entre 2012 y 2016 la disputa por el control del penal de Topo Chico entre grupos rivales de la delincuencia organizada, ha desatado más de un centenar de internos fallecidos violentamente.
El 2016 es el aí±o en que se han registrado más muertes, sumando un total de 61, entre las que destaca la masacre de 52 reos ocurrida el pasado mes de febrero.
El documento seí±ala que en 2012 ocurrieron 53 asesinatos, aí±o en donde Nuevo León vivió la peor crisis de seguridad ligada al crimen organizado.
Para el 2013, el número de reos fallecidos bajó a 26; en el 2014, la cifra tuvo una disminución de 20 internos muertos, y en 2015 volvió a registrarse otro descenso a 19 presos muertos.
Sin embargo, en 2016 la cifra superó a los cuatro aí±os anteriores.
Los 179 reos asesinados en el penal del Topo Chico en los últimos cuatro aí±os contrastan con los ocurridos en el penal de Apodaca, que registró sólo 90 reclusos asesinados. Y el penal de Cadereyta hasta el momento suma 40.
La vida penitenciaria de Nuevo León en los últimos cuatro aí±os, en total suma 309 reos muertos en los tres centros existentes.
Pese a que el Gobierno espera que la inversión de 58 millones de pesos evitaría más muertes de reos, esto sería poco probable. (Con información de Reforma y Reporte índigo)
