
La víctima relató a las autoridades que el hombre le tocó sus partes íntimas.
Por Excélsior
Guatemala.- Las fuerzas de seguridad de Guatemala arrestaron este viernes a un hombre que se hizo pasar por médico en un hospital para abusar de una adolescente de 16 aí±os.
La Policía Nacional Civil, que capturó a Aroldo Marcos Jiménez en un barrio del departamento de Jalapa, dijo que el hombre "le tocó sus partes íntimas" a la menor.
Según la investigación, Jiménez, de 41 aí±os, trabaja como conserje en un centro asistencia de este departamento, a donde la nií±a ingresó al área de maternidad.
Fue en ese momento cuando el detenido "se hizo pasar por el médico de turno" y la llevó a un servicio sanitario donde "le tocó sus partes íntimas".
La adolescente, al darse cuenta de que no era médico, lo denunció a un agente policial que se encontraba de servicio en la emergencia del centro y por ello, con el apoyo del Ministerio Público, se coordinó su detención.
Ahora, las autoridades han anunciado que continuarán con la investigación en contra de Jiménez, quien será puesto a disposición judicial.
En 2018 fueron asesinadas 794 mujeres, lo que supone 2,17 al día, y cada 60 minutos se denuncia una violación, pues solo el aí±o pasado se registraron 8.694 denuncias, 23,82 al día.
En la capital, casi la totalidad de las mujeres han sufrido algún tipo de acoso sexual durante su vida y el 87 por ciento asegura que los comentarios de connotación sexual sobre sus cuerpos "no son un halago".
Estos datos colocan a Guatemala como uno de los cinco países con cifras más altas de agresión machista en Latinoamérica y el Caribe, considerada la región más violenta del mundo para las mujeres.
A nivel regional, dos de cada 5 mujeres sufren violencia machista, alrededor del 30 por ciento ha sido víctima de agresión sexual por parte de su pareja y el 10,7 por ciento sufrió violencia sexual fuera de la pareja.
La violencia contra la mujer en Guatemala está en todos los ámbitos y es el delito más denunciado por la Fiscalía -unas 56.000 al aí±o-, pero según diversas organizaciones la respuesta del Estado sigue siendo débil para acabar con este problema.