Un día como hoy nació Amado Nervo

El poeta diplomático tuvo un funeral inolvidable

Por: Grupo Zócalo

Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo, conocido como Amado Nervo, nació el 27 de agosto de 1870 en la ciudad de Tepic, Nayarit. Se destacó por ser narrador, periodista, y diplomáticos.

Nervo perteneció al movimiento modernista latinoamericano por su estilo y época, así­ como a la Academia Mexicana de la Lengua y fue uno de los representantes de la lí­rica mexicana en el siglo XX. En 1894, después de haber pospuesto sus estudios, continuó en la Ciudad de México donde comenzó a ser conocido y participó en la Revista Azul de Manuel Gutiérrez Nájera. Colaboró con escritores mexicanos como Tablada, Dávalos, y con algunos extranjeros como Rubén Darí­o, José Santos Chocano y Campoamor. Participó en la redacción de El Universal, El Nacional y El Mundo. Autor también de novelas y ensayos. Lo que hizo Nervo con su poesí­a y luego con su muerte fue hermanar a todos los paí­ses de América Latina; tuvo homenajes ostentosos nunca antes vistos, así­ como el reconocimiento del pueblo de los paí­ses latinoamericanos, y el de sus gobernantes.

A decir de Carlos Pellicer, #AmadoNervo no solo fue un poeta religioso, sino que “se acercó hondamente al estado mí­stico”, es decir, a la experiencia que emerge de la unión de lo humano con lo sagrado.

Hoy conmemoramos el 149 aniversario de su natalicio ??https://t.co/VARodORCc9 pic.twitter.com/tOpdilxvlo — Secretarí­a Cultura (@cultura_mx) August 27, 2019

Calles, plazas, escuelas, centros culturales, deportivos, universidades, centrales, aeropuertos de Tepic, llevan su nombre , debido a que su legado permanece y fue una figura representante de la cultura mexicana a nivel internacional. Su herencia es recordada en la Casa Museo Amado Nervo, localizada en la capital de Nayarit, Tepic, lugar que antiguamente fue hogar del poeta. Fue sepultado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, hoy Rotonda de las Personas Ilustres, el 14 de noviembre de 1919. El poeta diplomático tuvo un funeral inolvidable. En 1919, una flota internacional de buques militares escoltó su cadáver desde Montevideo, Chile, hasta la Ciudad de México, con escalas en Rí­o de Janeiro, Pernambuco, Guaira, La Habana y Veracruz. Hoy vive en el recuerdo nacional y en el legado de sus obras, formando parte importante de la cultura literaria mexicana, latinoamericana y a nivel mundial.