
Diputados locales aprobaron reformas a la ley de Protección y Bienestar Animal; los delfines no se salvaron
Esta reforma incorpora las propuestas hechas por la sociedad civil -recogidas en las mesas públicas de trabajo- con las que se regula la tenencia de animales domésticos, se procura la protección animal y se prohíbe los actos que impliquen sufrimiento o daí±o como las corridas de toros y peleas de gallos.
Esta ley contiene medidas para llevar a cabo acciones que fomenten la cultura de protección a los animales, así como de su trato digno y respetuoso. De igual forma se fijan reglas para la cría, venta y exhibición de animales, se establecen las obligaciones en materia de protección animal, así como el procedimiento de la captura de animales abandonados o perdidos.
También se establecieron requisitos mínimos para tener un animal de compaí±ía, así como el establecimiento de condiciones y límites para el número de animales en refugios y se elevaron a rango de ley algunas disposiciones reglamentarias que ya existen en los municipios de la entidad.
Las asociaciones de protección animal podrán rescatar dentro de los hogares a los animales en estado de abandono, siempre y cuando exista un mandamiento judicial que así lo determine.
En esta sesión se expidió la nueva Ley de Desarrollo Rural Sustentable del Estado de Quintana Roo, ordenamiento jurídico que busca cuidar las condiciones de vida humana de la población rural.
Con la ley se busca mejorar el acceso a la tierra, al agua, a las tecnologías apropiadas y asequibles, recursos productivos y financieros, aumentar la productividad de las comunidades rurales pobres, promover la participación de los pobres en la adopción de decisiones sobre política económica, distribuir los beneficios derivados del aumento de la productividad, conservar y proteger los recursos naturales e invertir en infraestructura rural, educación e investigación.
De igual forma, los diputados de la XV Legislatura votaron a favor de impulsar la meliponicultura en la entidad, con la finalidad de rescatar a la abeja propia de la región (la abeja sin aguijón) que se encuentra en peligro de extinción, que ayuda a la polinización y a la colecta de miel.
Con las reformas a la Ley de Protección y Fomento Apícola del Estado, se garantizará que las autoridades impulsen los mecanismos conducentes para el fomento de la meliponicultura, así como la creación de programas de capacitación, investigación, difusión y financiamiento, con el fin de conservar y proteger los usos y costumbres de las comunidades mayas en el estado.