Ultrajada, humillada y olvidada por las autoridades

Sentir de la jovencita de 15 aí±os que fue drogada y violada por un desconocido al salir de un baile el pasado fin de semana.

Por: Yadira Leos San Antonio de las Alazanas.- Ultrajada por un desconocido, humillada por la Procuradurí­a para Nií±os, Nií±as y la Familia y olvidada por las autoridades de Arteaga, es el sentir de la jovencita de 15 aí±os que fue drogada y violada por un desconocido al salir de un baile el pasado fin de semana. Marí­a es el nombre que quiere llevar para ocultar el suyo, el andar de boca en boca y levantando la cabeza ante los seí±alamientos que le hacen desde vecinos hasta autoridades, sólo la remontan al pasado fin de semana. Ese dí­a, Marí­a, una amiga y una prima acudieron a un baile; en las rancherí­as es común que desde edades tempranas acudan a estos eventos, es una de las pocas diversiones con las que cuentan. Sin pensar que ese dí­a serí­a trágico, las tres menores se arreglaron y fueron a bailar. Ya en la fiesta, unos jovencitos las sacaron a bailar; animadas, accedieron. Eran cerca de las 00:30 horas cuando los jovencitos las invitaron a salir para continuar con la diversión. Marí­a jamás pensó que la diversión para aquellos jóvenes, cuyos nombres no recuerda y sólo sabe que uno se llama Gerardo, serí­an las relaciones sexuales forzadas. Entre bebida y bebida los jóvenes colocaron droga y al final, cuando dos de las amigas no estaban en sus cinco sentidos, las violaron. “Lo demás ya todos lo saben, ya salió en la prensa”, asentó. Sentada en la mesa de la cocina, se talla los ojos, las manos, se acicala el cabello, se arma de valor y dice: “No necesito ayuda, trataré de superarlo, no quiero que me tachen de mentirosa como lo hizo la psicóloga de la Pronnif”, dijo la joven de 15 aí±os, quien en breve entrarí­a a cursar la secundaria abierta. Relató que el dí­a que fue atendida por la Pronnif se sintió atacada. “Como mi amiga trae raspones en el brazo, le dijo que ella se los habí­a hecho para que dijeran que habí­an hecho algo. Nos decí­a: ‘¿Cuál es tu pichón?’ y ‘¿Te sientes muy orgullosa de haber salido en el periódico?’. Nos estaba diciendo muchas cosas”, dijo. “Yo nada más pido que nos ayuden a investigarlos, porque ayer nos estaban diciendo que estábamos echando mentiras, que sí­ sabí­amos lo que estábamos haciendo, pero los dictámenes demuestran el abuso”. Sin mucho que decir, porque no recuerda, asienta que estaban tomando vino y en esta bebida fue que le pusieron algo. Despertó y su ropa estaba destrozada y fueron atendidas en los consultorios municipales, de donde avisaron a los padres de las menores lo sucedido. ‘Hasta donde tope’ Pasaban las 3 de la maí±ana cuando tocaron la puerta de la casa en San Antonio de las Alazanas. Al enterarse, sus padres presurosos acudieron al lugar, presenciaron una escena trágica: dos de las menores en un estado deplorable y con sobredosis. Se decidió trasladarlas al Hospital General de Saltillo; cuando vení­an en el camino, apuntó la madre, la menor comenzó a convulsionar y por la boca expulsaba espuma, además dos menores gritaban; “Ya déjenme, no quiero, ya por favor, quí­tense”. Según la madre, las menores estuvieron a punto de morir por la sobredosis, y luego de la intervención médica lograron tener conciencia ocho horas después. La madre recordó que fueron muchas preguntas las que les hicieron y les aplicaron la norma 046 y la pastilla del dí­a siguiente; el domingo las dieron de alta y regresaron a San Antonio de las Alazanas. “El pasado lunes me visitó el comandante Luna, de Arteaga, y me dijo que ya están investigando el suceso, pero como en la Pronnif dijeron que todaví­a no estaban seguros del abuso sexual, no existe delito que perseguir. “No entiendo por qué no están seguros, a las menores se les dio un frasco de pastillas para prevenir el VIH y les dieron la pastilla del siguiente dí­a; les hicieron pruebas y salió que sí­ fueron violadas”, agregó Lorena. El dí­a de la visita, el comandante les dijo que ya tení­an pistas de Gerardo y de la camioneta amarilla con franjas negras y con caja ranchera y que en breve irí­an a La Mesa, ejido donde se dice habita Gerardo, para ubicarlos. Varios dí­as han pasado y aún no tienen respuesta de las autoridades, pese a que Lorena le dijo al comandante que ella querí­a que se deslindaran responsabilidades y evitar que esto sucediera nuevamente con otras chamacas. “No tenemos los recursos para andar vuelta y vuelta, pero no le hace y aunque sea de limosna, esto no lo voy a dejar así­, le daremos hasta donde sea”. INSEGUROS Los habitantes de esta comunidad, municipio de Arteaga, aseguraron estar desconcertados con esta violación, ya que indicaron que es la primera ocasión que ocurre este tipo de hechos en la comunidad situada a escasos 30 minutos de Saltillo. Entre las pláticas, dijeron los entrevistados, sacan como conclusión que la violación se presentó debido a la falta de vigilancia de la Policí­a y la constante visita de gente de otras partes y quienes la mayorí­a de las veces acuden a tomar y hacer desmanes. “La mera verdad, no hay control ni seguridad. Queremos una seguridad buena y que sea efectiva”, dijo un padre de familia, quien teme que esto se vuelva a repetir y que más mujeres sean perjudicadas. Sin dictamen El secretario del Ayuntamiento de Arteaga, Gabriel Orsúa, seí±aló que no tiene conocimiento de la veracidad del hecho sucedido el pasado sábado en el ejido 18 de Marzo y lo calificó como algo atí­pico, pues Arteaga y sus ejidos son pací­ficos. “Lamentamos mucho la situación, los antecedentes que conocemos de este lamentable hecho, que la verdad yo no tengo datos si realmente es verí­dico o no, porque no tengo un dictamen médico que me garantice el acontecimiento que pasó”. Agregó que sobre los hechos sólo tienen documentado que los padres piden a Protección Civil y a los consultorios apoyo para el traslado de las menores que presentaban intoxicación de algún tipo de droga. “Se presume que estuvieron bebiendo bebidas embriagantes en algún tipo de fiesta, que tampoco tenemos datos al respecto, pero nuestra función como Ayuntamiento fue darles el servicio de ambulancia al nosocomio y hasta ahí­ termina la responsabilidad”. Además, agregó que brindan clases y talleres para la prevención del uso de drogas, pues el que sea un municipio chico no está blindado para que se den los problemas con las adicciones. “La Pronnif está investigando el caso y si nos solicitan el apoyo del Gobierno municipal actuaremos en consecuencia, no queremos contaminar ni emitir ningún juicio, vamos a coadyuvar cuando lo requieran”. Respecto de la queja de los vecinos de la seguridad, el secretario del Ayuntamiento la descalificó. “De ninguna manera, es información no documentada, porque nosotros tenemos seguridad en San Antonio de las Alazanas, tenemos presencia de patrullas y hasta un destacamento del Ejército Mexicano”, concluyó. Y mientras las autoridades se avientan la pelota para iniciar las investigaciones, Marí­a trata de sobrellevar desde su casa y con ayuda de sus padres la situación, pues además de la violación de la que fue objeto tiene que soportar los malos tratos, las acusaciones y el desinterés de las autoridades por deslindar responsabilidades.