
Hace 30 aí±os los forenses no sabían por dónde empezar; estaban ante una escena 'dantesca' con 'sangre, sangre y más sangre'
Saltillo, Coah.- La hiena de Querétaro saldrá vacía de la cárcel pero llena de dudas... ¿padece de sus facultades mentales? los sicólogos seí±alaron un episodio psicótico, ¿porqué mató a sus tres hijos?, la justicia aún no encuentra la razón. La única certeza es que Claudia Mijangos Arzac quedará libre este miércoles rodeada de especulaciones, de misterio, de fantasmas...
El 24 de abril de 1989 un hecho funesto conmocionó a Querétaro. Sus habitantes se enterarían del sangriento asesinato de tres nií±os, de 6, 9 y 11 aí±os, a manos de su madre.
Fueron meses de disputa emocional con el que fuera su marido, Alfredo Castaí±o, así como el interés sentimental en un sacerdote, factores que armaron en la mujer una "bomba" sicológica de la cual asegura al día de hoy no recordar.
Cerca de las 4 de la maí±ana y tras discutir horas antes con su exmarido por la custodia de los pequeí±os, Claudia llamó a su amiga Verónica Vázquez, para decirle que escuchaba y veía cosas: ángeles y demonios que le habían advertido que Mazatlán "había caído" y que "todo Querétaro era un espíritu".
Extraí±ada por el comentario, Vázquez le dijo que se tranquilizara, "que todo estaba bien" y que por la maí±ana iría a visitarla. Se convertiría en recibir el primer impacto, en padecer el horror.
Cuando llegó cerca de las 8:00 horas al 408 de la calle Hacienda Vegil, en la colonia Jardines de la Hacienda, vio una escena que describió a la policía como "dantesca".
¿Qué hiciste?
Paredes ensangrentadas, con huellas de manos, le dieron la bienvenida; caminó por la casa y los rastros de que algo terrible había pasado la llevaron escaleras arriba.
Cuando entró a una de las recámaras confirmó sus sospechas. El cuerpo del hijo menor de Claudia, Alfredo, de 6 aí±os, yacía tendido en un charco de sangre y había sufrido la mutilación de una de sus manos.
En otra de las habitaciones estaba los cuerpos de las dos nií±as, Claudia, de 11 y María Belén, de 9, mientras la mujer se encontraba también en la cama, todos inertes.
¡¿Qué hiciste?! fue lo único que pudo decir antes de salir corriendo, en shock, pero logró llamar tanto a la policía como al padre de los nií±os, Alfredo Castaí±o.
Los peritos y detectives, al llegar, se concentraron en el cómo por sobre el quién. No consideraban que la madre estuviera vinculada sino que también hubiera sido víctima.
Se describió por medio del trabajo forense que Claudia, la madre de carácter amoroso, siempre cercana a cuestiones religiosas, fue responsable del triple homicidio.
Cuando los oficiales se acercaron a Claudia esta despertó súbitamente y la enviaron al hospital debido al estado de shock que presentaba.
Ya internada, después de algunas horas agentes ministeriales empezaron a preguntarle qué había pasado. Ella solo decía que tenía que ir por sus hijos a la escuela, que la dejaran ir.
Mientras tanto, las autoridades retuvieron al padre, creyéndolo responsable de la tragedia.
Amor imposible
Castaí±o sabía que una de las causa por la que se estaban divorciando era porque Claudia se había enamorado de otro hombre, lo que no sabia es que se trataba de un sacerdote que laboraba en el colegio de sus hijos. Lo idolatró, se obsesionó.
La mujer conocida después como "la hiena de Querétaro" estudió Administración y fue reina de belleza en su natal Mazatlán, Sinaloa.
Se mudó con Alfredo a Querétaro tras la muerte de sus padres, de quien recibió una importante herencia, debido a la cual emprendió una exclusiva tienda de ropa para mujeres en el Centro de la ciudad.
Además, inscribió a sus hijos a una escuela católica, el colegio Fray Luis de León en donde hasta la fecha imparten las clases padres de la orden de los Agustinos Recoletos. Ahí es donde conoció al padre Ramón.
Claudia cada vez se alejaba más de su esposo y era normal encontrarla en la escuela, en las clases de catecismo. Al padre Ramón presuntamente tampoco le era indiferente y, de acuerdo a versiones, habrían comenzado un romance.
El director del colegio, advirtió al sacerdote sobre lo que sucedía y este ya no quiso continuar con el idilio que mantenía con Mijangos.
Claudia no lo habría tomado nada bien. Lo buscaba, lo seguía.
Entonces la mujer empezó a hablar de que escuchaba voces, que eran ángeles que le decían que tenían que estar juntos. Ella nunca perdió la esperanza de estar con el padre Ramón, quien tras los asesinatos fue reubicado por la Arquidiócesis queretana.
Explosión sicológica
De acuerdo con los peritos, este evento fue tan fuerte para ella que detonó los problemas de salud mental que arrastraba. Una de sus amigas, Adriana, seí±aló en su momento que con sus hijos siempre fue carií±osa, que con la gente muy amable, pero unos meses antes mostró actitudes extraí±as, pero nunca violentas.
Sin embargo, el terapeuta de pareja al que acudieron Claudia y Alfredo, en un intento desesperado de recuperar su matrimonio, contó que sí había advertido conductas violentas en Mijangos, pero nunca pensó que escalaran a ese nivel.
Ella buscó desesperadamente la anulación de su matrimonio religioso, pero no había argumentos suficientes y esto la frustró. Seguía enamorada del padre Ramón y no entendía por qué no podían estar juntos.
En la madrugada del 24 de abril, las voces al interior de la cabeza de la exreina de belleza no paraban de hablarle, lo que se comprobó con la llamada efectuada a su amiga. Entonces tonó cuchillos de la cocina y comenzó la carnicería.
El pequeí±o Alfredo fue el primero. Usó uno de los cuchillos en su contra en repetidas ocasiones, incluso le amputó una de las manos. A la mayor, Claudia, quien se dio cuenta de lo que ocurría por los gritos de su hermanito, fue perseguida por la casa y herida hasta desvanecer. La madre llevó su cuerpo a una recámara.
La "misión" encomendada por las voces en su mente terminó con María Belén, de 9 aí±os, la cual ya estaba despierta pero agazapada en su cama, donde finalmente la persona en la que confiaba la abrazó en apuí±aló hasta dejar enormes charcos de sangre. Luego del filicidio completado, Claudia, quien intentó suicidarse cortándose las muí±ecas, se desmayó.
Lo dejaron a la ciencia
Exámenes médicos y un dictamen del doctor Alejandro Obregón, ya fallecido, fueron la base para que el juez Arturo González de Cosío resolviera la inimputabilidad de Claudia el 23 de febrero de 1990, ordenando su internamiento no como pena sino como medida de seguridad.
La filicida ingresó originalmente al Cereso Femenil de San José El Alto, el 28 de abril de 1989, pero una vez dictada la resolución del juez, los abogados Miguel Alcocer y Julio Esponda, contratados por la familia, solicitaron y obtuvieron la autorización para transferirla a un penal con área para enfermos mentales, en donde hasta la fecha permanece.
La decisión del juez indicaba que Mijangos estuviera internada por un término de 30 aí±os, lo que podría reducirse si la ciencia médica lograba curarla.
La casa de la "hiena de Querétaro", durante aí±os fue el escenario de rituales satánicos hasta que tapiaron completamente el acceso.
Nadie se acerca... aún
Al cumplirse la sentencia, Mijangos Arzac recobra su derecho a la libertad, sin embargo, debido al dictamen que se hizo sobre el caso, ella no podría salir de Tepepan, donde pasó más de la mitad de su condena, si no hay nadie que acuda a firmar un documento donde se haga responsable de ella, y lo que pueda hacer.
Esto lo dijo recientemente el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Querétaro, José Antonio Ortega Cerbón, "se determinaron 30 aí±os y el 24 de abril termina su sentencia, se cumplió con la medida impuesta de internamiento en un hospital psiquiátrico".
"Lo que sigues es que primero se tiene que hacer un análisis, en cuanto a su salud mental y lo que prosigue es que se pudiera entregar a un familiar que se haga responsable de ella, o de acuerdo al análisis, si ella amerita seguir estando en internamiento, quedará en internamiento pero ya no como una medida impuesta por la sentencia, sino como una medida de prevención en temas de salud", explicó Ortega Cerbón.
También seí±aló que hasta hoy, nadie se ha acercado al tribunal para realizar trámites en el caso.
"Tendremos que esperar a que se llegue el 24 de abril y si un familiar se acerca y se hace responsable de ella podrá tener su libertad, sujeta desde luego a vigilancia y tratamiento, y si no, entonces quedará otra vez en el hospital o en alguna clínica especializada, pero ya no como cumplimiento de su medida sino ahora como un tema de salud mental".
El titular del Juzgado Primero de Primera Instancia Penal tendría que emitir una boleta de libertad en el expediente 224/189 y comunicársela a las autoridades penitenciarias de la Ciudad de México porque no puede permanecer ni un día más enclaustrada.
En caso de quedar libre, haría frente a sus propios fantasmas en una casa vacía, pero llena de dolor. Será hoy cuando se defina el destino de Claudia Mijangos, la reina de belleza conocida después como madre amorosa, espiritual, dedicada, a la que unas voces en su interior la transformaron en asesina, en "la hiena de Querétaro".