
Temen doctores que las heridas se infecten y empeore situación.
Por: Ana Luisa CasasSaltillo, Coah.- Romeo Vargas Sánchez, de 13 aí±os, sufrió más de 40 mordidas y lleva dos cirugías hasta el momento, mientras los médicos tratan de descartar que presente infecciones graves debido a las múltiples heridas que le causó una jauría de perros el sábado pasado.
Carlos Oyervides, director del Hospital del Nií±o, donde permanece hospitalizado, solicitó a las autoridades municipales hacer las pesquisas y pruebas necesarias a los canes para continuar la recuperación del menor.
âTiene los brazos destrozados, mordidas en la espalda, los labios, piernas y testículos, también de gravedad, por eso va a necesitar más cirugías; mientras, le hacen lavados porque las heridas están infectadas y los médicos dijeron que le harán injertos, pero están viendo si los acepta o noâ, comentó Edith Vargas, madre de Romeo.
Las pruebas médicas para los injertos y reconstruir sus brazos continúan en manos de cirujanos plásticos y especialistas del nosocomio, pues lo más importante es la recuperación de Romeo.
Aseguró que más adelante desearía interponer una denuncia, pues pese a que su hijo ingresó al predio privado, el menor afirmó no haber visto la advertencia sobre los perros bravos, además de que no tenía intención de daí±ar la propiedad, mientras que la agresión de los canes puso en riesgo su vida.
âSi mi hijo incurrió en algún delito al meterse a ese lugar, lo admito, pero tener a perros que ataquen de esa manera, me hace pensar que son perros a quienes no cuidan, vacunan ni alimentan y ese también es un delitoâ, agregó.
âEl líder de la manadaâ
âRockyâ, âKissâ, âFantasmaâ, âTilicoâ, âNegraâ, âOrejasâ y âLa Locaâ son algunos de los 10 canes y cinco cachorros que conforman la jauría de perros que atacó en ocasiones anteriores a otros jóvenes y destrozó los brazos a un adolescente con más de 40 mordidas en la colonia las Brisas.
Se alimentan de restos de comida, huesos de carnicería y de otros canes que invaden su hábitat, unas bodegas que anteriormente eran una ladrillera, y están a cargo del velador del predio, Martín Vargas, quien con solo un grito logra detener sus ladridos y ataques a cualquier desconocido.
Bodegas vacías con vidrios rotos, un eco y los rayos de luz entrando por las grietas de sus paredes son el hogar de este hombre y los perros que desde pequeí±os viven ahí y crecieron âcomo perros de monteâ, aseguró el velador.
Martín coloca botes de agua y construyó un par de casas para ellos con tambos y cartón, y asegura que los canes son âsu única armaâ para defenderse de los maleantes que intentan invadir las bodegas y parte del terreno para vandalizar el área.
âEs que no entienden, les dice uno por su bien, pero la gente que se mete nada más se arriesga a eso, porque los perros lo único que hacen es defender su espacioâ, comentó el velador.