
El pueblo de Dios nos mira y espera de nosotros no simples y obvias condenas, sino medidas concretas y efectivas, dijo el Papa Francisco en la apertura del encuentro sobre la protección de menores.
Por Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco inauguró el encuentro sobre la protección de menores, que se lleva a cabo en el Vaticano hasta el domingo, y reconoció que lo que se espera de la Iglesia no es solo condenar los abusos de sus clérigos sino "medidas concretas" para erradicarlos.
El pontífice animó a buscar con valentía âcurar las graves heridas del escándalo de la pedofiliaâ en la Iglesia, tras exponer a los presentes que "sobre este encuentro pesa la responsabilidad pastoral y eclesial que nos obliga a discutir juntos, de manera sinodal, sincera y profunda sobre cómo enfrentar este mal que aflige a la Iglesia y la humanidad".
La reunión dio inicio con las palabras de una víctima leídas por uno de los miembros del comité organizador y experto en la lucha contra los abusos el sacerdote Hans Zollner: "Ni mis padres, ni las autoridades eclesiásticas oyeron mi llanto. Y me pregunto: ¿Por qué tampoco Dios lo oyó?"
Los participantes recibieron un documento preparado por diversas Comisiones y Conferencias Episcopales, sobre el cual el Papa explicó que son importantes criterios âlíneas guías para ayudar a nuestra reflexiónâ que son âun punto de partidaâ que no quita âla creatividad que debe haber en este encuentroâ, de acuerdo con la agencia Vatican News.
Al finalizar, el Santo Padre pidió al Espíritu Santo âsostenernos en estos días y ayudarnos a transformar este mal en una oportunidad de conciencia y de purificaciónâ y a la Virgen María para que los âilumine para buscar curar las graves heridas que el escándalo de la pedofilia ha causado, sea en los pequeí±os que en los creyentesâ, concluyó.
El programa del encuentro prevé que de jueves a sábado haya tres relaciones cada día, la primera fue realizada por el Cardenal Luis Antonio Tagle con el título âEl olor de las ovejas. Saber su dolor y curar sus heridas está en el corazón de la tarea del pastorâ. Diariamente también los participantes tendrán espacio para las preguntas, trabajos en diferentes grupos lingí¼ísticos y oración por la tarde con el testimonio de una víctima de abusos.
El sábado por la tarde se llevará a cabo una liturgia penitencial y el domingo por la maí±ana una Concelebración Eucarística, ambos eventos serán en la Sala Regia del Vaticano. Al finalizar la Misa, el Papa Francisco pronunciará su discurso final.