Antagonista de la serie La taxista, dice que a sus 42 aí±os está listo para realizar personajes más fuertes
Agencias
CIUDAD DE MíXICO.- Si hay algo que caracteriza al actor cubano Julio Camejo es su sonrisa y sonora carcajada, que salen a la menor provocación, así ha sido desde que llegó a México hace 20 aí±os, y quizá por eso muchos piensan que es el eterno Peter Pan, ese personaje que nunca crece y por ende no madura.
Sin embargo, el antagonista de La taxista, teleserie que produce y transmite Imagen Televisión, aseguró a Excélsior que eso está muy lejos de ser verdad.
âSiempre anduve en la fiesta, con todos me llevo bien, me río de todo y trato de ver el lado amable de las cosas, sin embargo, eso a veces da la impresión de inmadurez, ¡y no!, soy alegre, pero puedo decir que antes y ahora siempre he sido responsable, aunque claro está, ahora definitivamente me ha llegado la madurez, y es que ya soy un hombre de 42 aí±os, con otra visión de la vida, soy padre, ya hay alguien que depende de mí, eso me hace ser mucho más coherente y cuidadoso, eso sí, no dejo de lado mi positivismoâ, comentó el cubano a Excélsior entre risas sonoras.
Para Camejo, La taxista representa el mayor reto de su carrera artística, en la que se cuentan 18 aí±os, y en los que ha realizado 22 proyectos televisivos.
Y es que su rol de villano en esta teleserie ha provocado paradójicamente el carií±o y respeto del televidente.
âEn cuanto a Rodrigo Monreal, desde que me lo dieron me enamoré de él, claro, es el villano, pero no es el que se levanta y dice: ¿ahora a quién le voy a hacer mal?, él tiene por qué serlo y mira que su historia no es nada bonita.
âEs producto de una violación y siempre vio el sufrimiento de su madre por esta situación. Obvio odia a su padre con toda el alma y lo que busca es venganza, es por eso que con el tiempo se hace amigo de su medio hermano, se gana su confianza hasta convertirse en su mano derecha, aunque lo que busca es acabarlo, y qué mejor venganza que ¡casarse con su media hermana!, y hacer que su amante se case con su amigo y hermano, es algo muy truculento, muy desquiciado que a mí me atrapó con cada línea.
Por otro lado, Camejo se considera un privilegiado al ser parte de la nueva manera de hacer televisión.
âMe siento afortunado de estar viviendo ese cambio en la televisión, creo que era necesario que la producción se abriera a todas partes y que las plataformas para verlas fueran más.